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Las primeras fotos y la imperiosa búsqueda de los tesoros del Templo de Kukulcán

Foto destacada: Uno TV

Estos personajes le dieron forma a la historia del templo de Kukulcán de Chichén Itzá.

Teobert Maler es un personaje al que debemos, a pesar de su historia particular, la preservación del Templo de Kukulcán. Maler llegó a país al servicio del emperador Maximiliano de Habsburgo; y se ocupó de explorar México, las lenguas totonaca y zapoteca, Jalisco, Oaxaca y Guerrero, encontró diversos objetos de oro, las ruinas de Palenque en Chiapas, además de generar uno de los primeros documentos de las pirámides y de la cultura maya.

De hecho, en 1885 luchó con éxito para explorar y preservar el norte de Yucatán; describió, dibujó y tomó fotos de más de cien lugares poniendo en el mapa las ruinas de Uxmal y Chichén Itzá y defendiendo la ciudad de personajes como John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, entusiastas y explotadores de las ruinas.

 

Lloyd Stephens y Catherwood llegaron a México con el fin de probar su propia hipótesis: la Atlántida fue en realidad una gran estructura mayas y estaba en Yucatán. Así que llegaron al país para indagar en los vestigios mayas en 1885, acompañados de Edward Herbert Thompson, en la misma ciudad donde estaba Teobert Maler.

Estos arqueólogos entusiastas visitaron Labná al sur de Uxmal, una ciudad nada explorada en la época, pero pronto encontraron varias ciudades olvidadas entre la jungla de la región en un periodo de 10 años de investigación. Cuando exploró Chichén Itzá, fue una gran época de prosperidad en cuanto a investigación, recuperación y venta de patrimonio cultural hallado en el Templo de Kukulkán.

 

A estos investigadores ya no les importó comprobar sus teorías sobre la Atlántida, de hecho, se concentró en encontrar (saquear) tesoros y artefactos del fondo de los cenotes, y hasta trajo a México una escafandra para buceo. Recuperó múltiples artefactos mayas y restos esqueléticos que fueron enviados a la Universidad de Harvard.

Durante todo este tiempo, Teobert Maler hizo apuntes de gran valor para la investigación arqueológica actual, ya que muchas edificaciones no pasaron la prueba del tiempo: o están muy mal conservadas o lamentablemente ya no existen.

 

 

Maler puso en evidencia el saqueo y el robo de las piezas mayas, pero como no tenía el honor de ninguna institución, además que no contaba con mecenas ni nada, pocos o nadie hicieron caso de la advertencia. Tan es así, que Male murió el 22 de noviembre del 1917 en Mérida, solo y pobre.

En estas fechas, Edward Herbert Thompson compró la propiedad donde se encuentra hoy en día, Chichén Itzá, a principios del siglo XX. En un arranque de entusiasmo y de descubrimiento, mandó dragar el Cenote Sagrado para "encontrar" los numerosos objetos que había en el fondo, cuyo valor es incalculable hoy en día, y muchos de los cuales fueron enviados al Museo Peabody de Massachusetts.

 

El saqueo de las piezas mayas duró otros diez años más, hasta que en 1926 que el gobierno mexicano expropió la hacienda de Thompson, llena de artefactos mayas y de evidencia de venta de piezas de manera ilegal. People of the serpent, es la memoria de Herbert Thompson relatando su estadía por cerca de 40 años en Yucatán; memorias que lo llevaron a un juicio donde se le demandaba por 1.3 millones de dls.

Por supuesto, aunque suene complejo y sea difícil de aceptar, es útil mencionar que sin el saqueo de Thompson poco o nada se hubiera descubierto de estas zonas y estructuras importantes de la cultura maya.

 

Porque incluso después de un siglo de haber sido descubierta Chichén Itzá, es una ciudad con sinfín de misterios y curiosidades. Su pirámide es la gran atracción de todo el conjunto arqueológico, no solo por su belleza, sino también por sus equinoccios. Es una estructura es forma de calendario tridimensional con un calendario mucho más preciso que el gregoriano. Además, en el interior de Chichén Itzá se encuentran numerosas maravillas arquitectónicas como el Templo de los Guerreros, el Cenote Sagrado y la gran cancha de pelota, que sí, no se hubieran conocido si no haber sido por el saqueo.

Asimismo, poco se sabría del cenote de Chichén Itzá, un pozo natural de agua en donde se hacían ofrendas a los dioses. Y en donde a la fecha se siguen encontrando objetos ceremoniales, así como restos óseos de personas entre los 3 y los 55 años.

 

 

Chichen Itzá

Dónde: en medio de Mérida y Cancún.

Cuándo: lunes a domingo de 08:00 a 17:00

Cuánto: $237 mexicanas, locales $80

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