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Esta alfarería en Cuentepec preserva la tradición prehispánica del barro

Fotos: Museo Morelense de Arte Popular

Cuentepec preserva una gran tradición prehispánica de mujeres dedicadas al barro y a la alfarería.

 

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La alfarería en México es prehispánica y se sabe que las vasijas estaban realizadas con moldes, colombín y otros métodos. Pero fue después de la conquista que las técnicas y los diseños europeos se mezclaron con las tradiciones nativas dando inicio a piezas realmente únicas.

De hecho, Cuentepec es parte es un eslabón entre Xochicalco, Teotihuacan y Tula, es un municipio con algunas ruinas que fueron lugar de astrónomos, arquitectos y creadores de variedades de maíz y por supuesto, de artistas excepcionales que heredaron esta tradición.

 

 

 

Una de las tradiciones indígenas que sobreviven hasta nuestros días, so los utensilios de cocina, las esculturas y el arte popular mexicano. La talavera de Puebla o el barro negro de Oaxaca son muy reconocidos en el mundo, pero la tradición alfarera de Cuentepec tiene mucho que no ha sido destacado.

Las piezas de barro de Cuentepec suelen ser utilitarias, aunque también las hay decorativas, y casi todas son elaboradas por mujeres de este pueblo ubicado en Temixco. La alfarería de este pequeño municipio es importante ya que continúa una es práctica cultural heredada desde el México antiguo que muestra el conocimiento que los pueblos indígenas sobre los recursos naturales, el desarrollo de la tecnología, su concepción de la belleza, el intercambio entre distintos grupos culturales.

 

 

 

La alfarería de Cuentepec se ha transmitido de varias generaciones ya que el proceso de la elaboración de la cerámica es muy complejo. Primero hay que extraer la materia prima de los campos de la comunidad, recolectar tierra negra y roja, y saber muy bien el tipo de tierra que es necesario recolectar porque de ello dependerá la calidad del barro.

Enseguida hay que decantar la arcilla en agua, hasta obtener una masa de barro, con la mezcla de tierras para lograr un cuerpo con plasticidad necesaria para que el barro pueda manejarse y ser más útil para la elaboración de piezas.

 

 

A partir de la masa se emplean diversas técnicas para trabajar el barro, y esto depende del estilo de cada artesana, de los moldes, las figuras, vasijas o comales de que se vayan a realizar. Enseguida hay que esperar una semana de secado, luego hornean las piezas y todo en un proceso complejo y muy artesanal.

En Cuentepec predominan las mujeres artesanas, pero sólo existen 30 alfareras al día de hoy. Aun así, estas artesanas hacen preciosos comales, metates, vasijas, anafres y ollas, hasta una variedad de animales figuras zoomorfas como tecolotes, jaguares, guajolotes, culebras, murciélagos, lagartijas, tortugas, cocodrilos, peces, perros, venados, vacas, puercos.

 

 

Son ocasionales los retratos chocarreros o el asomo de alguna divinidad traviesa.Existen muchas piezas utilitarias, ornamentales, naturalistas, lúdicas y algunas que representan la cosmogonía.

Cuentepec cuenta con cerca de 4 mil habitantes en su mayoría hablantes de náhuatl, dedicada a la agricultura comunal y la ganadería en pequeña escala que ha sacado provecho de la tierra y el barro rojizo al cual las artesanas dan forma y contenido.

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