Foto: patrimonio cyt
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Desde el siglo XIX, la Ciudad de México tuvo diferentes proyectos de coleccionismo de animales vivos a lo largo del siglo XIX, hasta la fundación del Zoológico de Chapultepec en 1822 que llegó acompañado de una academia de ciencias, un jardín botánico, un museo y un zoológico, pero la falta de recursos impidió que se llevará a cabo la propuesta.
Fue el 10 de junio de 1890 que se dio luz verde al bosque de Chapultepec por orden del presidente Porfirio Díaz. A partir de entonces iniciaron las obras para equipar al zoológico con jaulas, estanques, paseos, oficinas y toda la infraestructura necesaria para el disfrute de los visitantes.
Aunque los avatares de la época hicieron que el zoológico cerrara, y fue hasta 1922 que se reinauguró el Zoológico de Chapultepec “Alfonso L. Herrera” que cumplió 100 años por lo que la celebración continúan a la fecha. Ya que fue hasta el 6 de julio de 1923 que se colocó la primera piedra del Zoológico.
Para 1924 este zoológico contaba con 243 animales, casi todos representativos de la fauna mexicana, y desde entonces han llegado diferentes especies de muchas partes del mundo; siendo los pandas chinos los más populares desde 1972.
A la par de esta celebración de los 100 años del Zoológico de Chapultepec, el artista oaxaqueño Amador Montes inauguró la exposición fotográfica Animalística, la cual muestra parte de su pintura y escultura en contexto del inicio de los festejos por los 100 años de existencia del Zoológico de Chapultepec.
Es una exhibición de 86 imágenes, en la Galería Acuario de Paseo de la Reforma. Las obras también están a la venta ya que con esos recursos se comprarían instrumentos musicales para una de las bandas de Oaxaca.
La obra lo puede comprarse a través de un código QR, localizado justo debajo de la fotografía que se exhibe en Paseo de la Reforma. Este artista se ha dedicado a dibujar diversos animales desde hace 20 años, siendo los 100 años del zoológico un tema que se ajusta muy bien a la obra del oaxaqueño.
Además, esta exposición revela el mundo animal desde una singular representación visual y tratamiento plástico que lo caracteriza.
Dónde: Galería al aire libre en las rejas de Chapultepec.
Cuándo: siempre disponible
Entrada libre
Foto destacada: Lecaroz
Hoy conocemos muchas formas del delicioso pan de muerto. Además, existen muchas variedades con sus sabores peculiares en todo el territorio. Se dice que una de las primeras versiones fue el creado en la época prehispánica y se llamaba “papalotlaxcalli” o pan de mariposa que se hacía exclusivamente para una ceremonia; era muy similar a una tortilla gruesa con la impresión de una mariposa en la masa aún cruda para dejar un “sello”.
También se dice que la ofrenda más semejante a la que conocemos hoy en día, es la de la diosa Cihuapipiltin, dedicada a las mujeres que morían del primer parto. Se cree que rondaban por el aire causando enfermedades entre los niños, por ello les hacían regalos en el templo o en las encrucijadas del camino.
Las ofrendas consistían en colocar pan de diversas figuras como mariposas o rayos (xonicuille) hechos a base de amaranto y pan de maíz seco y tostado. Sahagún describe un pan llamado yotlaxcalli, aunque también se colocaba tamales (xucuientlamatzoalli) y maíz tostado llamado Izquitil, casi toda la ofrenda era de amaranto porque lo consideraban un alimento especial.
Y bueno, a toda esta diversidad de pan con sus estilos y formas en el pasado prehispánico, hay qué sumar las variedades que evolucionaron con la llegada de los españoles, la mezcla y la creación con nuevas técnicas. Hoy en día, con la industrialización, es posible tener muchas formas de pan de muerto y sabemos que en todo el país existen versiones regionales del pan de muerto.
Es por eso que aquí te daremos un recorrido por algunas de las variedades de pan de muerto que se hacen en todo el país.
El Pan de muerto tradicional es redondo, adornado con su canilla de la misma masa, espolvoreado con azúcar blanca; en algunas versiones se pone azúcar rosa que recuerda el uso ceremonial del color rojo en la época prehispánica, pero todos representan una tumba con un cráneo y varias canillas entrecruzadas que simulan los huesos, sustituyó al Zompantli.
Las “despeinadas” son pequeñas roscas de azúcar, ajonjolí y granillo. Es un pan estilizado bordado con la misma masa y una cruz en el centro. Los panes en forma de mariposa, ya que se creía que, al morir, las niñas se convertían en mariposas.
En el Edoméx se hacen las Muertes; un pan hecho de yema de huevo con canela, también se produce pan blanco como el triconio y el pan sobado, que es una mezcla de masa blanca y masa dulce. Se realizan las gorditas de maíz quebrado, los tlaxcales, que están hechos de maíz fresco en forma de triángulo.
En las ofrendas (huentli) se colocan panes llamados camarones, tortas y amargosas, también hay muñecos y pan de figura, adornados con azúcar color solferino. En la región de Tixtla se elaboran panes conocidos como almas con azúcar, burros con azúcar rosa, conejos y patas de mula, pan bordado. De Chilocachapa, proceden los tlaxcales hechos de maíz en forma de triángulo. En Telolapan, se preparan figuras zoomorfas de peces, perros, mariposas que son dedicadas a las niñas, alacranes, conejos, etc.
Las Almas son de Acámbaro, es un tipo de pan que representa a los adultos son glaseados blancos y al centro un punto de azúcar rosa, y los niños son todos blancos. También se suelen hacer con forma de conejo, mula, borregos y pan de canela.
Las Moriscas son un pan de muerto que se hace con harina, canela, huevo y pulque. Aunque particularmente en Xochicoatlán, se hacen los “bodoques”, es un pan que se regala a las personas que asistían al novenario. En la región huasteca se produce en estas fechas el pan conocido como “peluca”, pan que solía repartirse en los velorios y puesto en las ofrendas de muertos; pan hecho de harina de trigo en hornos calabaceros, es similar a los pambazos, con una bolita de masa el extremo que asemejaba a los chongos o molotes que se hacían en las pelucas antiguas.
En el Xantolo se elabora un pan que recibe el nombre de frutas de horno e incluso el nombre del difunto, con dichos o cantos populares, cocolitos, rosquillas aplanadas, muñecas para las ofrendas femeninas, muñequitas para los hombres “de dudosa personalidad”, angelitos para los niños y para los jóvenes que mueren antes de contraer nupcias, caballos grandes para los hombres mayores y pequeñitos para los niños.
En el Mezquital el pan de muerto es una figura en forma de cuerpo humano completo o cabecitas, manos, huesos y hasta pezuñas de animales. son panes con forma humana con los bracitos cruzados, caritas de pasta pintada de colores vivos. Panes de sal y dulce sobrios con su ajonjolí espolvoreado o adornados con fondant multicolor.
El Pan de ofrenda se hace con harina de trigo, levadura de soya, azúcar y sal. Es un tipo de pan que se caracteriza por sus formas y porque en la mayoría de las veces se cuece en hornos de leña, con adobe y teja, lo que le da un sabor diferente.
Hay pan con figuras humanas, virgenes y campesino. También se hace pan con forma de personajes mitológicos, y de almas de los difuntos, también calaveras y ángeles.
Las regañadas son un tipo de pan de pasta hojaldrada que se utilizan en las ofrendas y que representan las “animas” de personas o animales. En la región de Tlacolula, se elaboran con forma de conejos, y hasta de payasos, pero no es tradición de Día de Muertos.
Hoy en día es posible encontrar una gran variedad de modificaciones y año con año surgen nuevas variedades de pan de muerto e incluso suele rellenarse de chocolate, nata, crema pastelera, queso o fruta, que además se adornan con otros ingredientes.
Foto destacada: Irving Joaquín
El otoño es una de las estaciones más queridas y esperadas, ya que todo el país celebra una de las tradiciones más emotivas del año, el Día de Muertos; pero además porque todo se llena de un hermoso calor y porque podremos visitar el primer Festival Gastronómico y Cultural Cempasúchil.
Este festival de Día de Muertos formará parte de esta fecha especial para todos nosotros, y albergará platillos que son parte fundamental de nuestra cultura y que buscarán honrar las tradiciones mexicanas que nos han dado identidad.
Además de reunir a toda la familia, en el festival habrá diversas actividades para todas las edades. No faltarán los altares de muertos, una ofrenda monumental en la que los asistentes pueden participar colocando elementos de sus seres queridos que ya fallecieron o el platillo que más les gustaba.
Además, se llevará a cabo un desfile de calaveras y un concurso de disfraces, en donde los asistentes podrán aprender sobre maquillaje artístico y se caracterizarán para la ocasión.
Asimismo, estará el Pabellón del Pan de Muerto, un espacio en el que 20 reposteros ofrecerán a los asistentes sus propias creaciones sobre este delicioso manjar. Además de pan de muerto, estarán disponibles muchos platillos tradicionales de nuestra gastronomía mexicana.
Para los amantes del arte se exhibirán piezas y artesanías elaboradas por mexicanos que están precisamente inspiradas en el Día de Muertos. Por supuesto, muchas leyendas, que podrás conocer en el gran recorrido cultural que tendrá esta festividad.
Por supuesto, no puede faltar la música en vivo, aunque todavía no se ha revelado quienes amenizarán el evento, adelantaron que habrá varias presentaciones musicales, además de espectáculos teatrales, los cuales también tendrán un enfoque en la festividad del Día de Muertos.
¡Ojo! El festival regalará dos mil panes de muerto a las primeras personas que lleguen.
Dónde: Explanada de la GAM. 5 de Febrero 162c, Gustavo A. Madero, Ciudad de México.
Cuándo: 27, 28 y 29 de octubre de 2023 de 10:00 a 20:00
Entrada libre
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