Fotos: INAH
La conservación y restauración de los tesoros arqueológicos es un trabajo que nunca termina, y la Tumba 7 de Monte Albán lleva varios años siendo cuidada y estudiada por diversos investigadores. Ya que se trata de una colección de 245 objetos, entre ellos 138 metálicos y 50 óseos se han intervenido en la Tumba 7 de Monte Albán, Oaxaca.
De esta colección, se destaca la conservación de 70 collares, sartales y pulseras, elaborados con más de seis mil cuentas de oro, plata, azabache, concha, cristal de roca, piedra verde, turquesa, perlas y ámbar.
La conservación de este patrimonio contribuye a la permanencia de la dimensión cultural de las piezas arqueológicas, y optimiza las condiciones ambientales del entorno en que se resguardan o exhiben.
La Tumba 7 fue hallada con todo el tesoro que fue depositado hace casi 700 años, ya que fue una ofrenda de gratitud y pedimento de buena fortuna, y los trabajos de conservación que cumplen una década, permiten a los visitantes apreciar varias de sus piezas. La colección consta de 200 piezas de oro creadas por orfebres mixtecos en el periodo Posclásico.
Las piezas de oro que fueron encontradas, tuvieron que atravesar un gran proceso de restauración de varios años. Ya que los orfebres crearon estas piezas con una gran calidad artística utilizando diversas aleaciones de oro, plata y cobre, que fueron fundidos y mezclados, para hacer ojos, colmillos, alas, garras, astros, rayos solares, flores, grecas y espirales.
Estas piezas fueron descubiertas por el arqueólogo Alfonso Caso, acompañado de María Lombardo y la Eulalia Guzmán en la región de los Valles Centrales de Oaxaca. Se descubrieron seis tumbas zapotecas, coronas y joyas de oro, perlas, vasos, copas de alabastro y cristal de roca, collares de obsidiana y jade, entre otros objetos preciosos. Los titulares de 1932 hablaron de este suceso como “El hallazgo más importante en América”.
En la exploración se halló un cráneo cubierto con un mosaico de turquesas, dos discos de concha en las cuencas de los ojos y un pedernal incrustado en la nariz. Además de huesos labrados con jeroglíficos mixtecas que indicaban los días de la semana. Un suceso que marcó la historia de la arqueología mexicana y sirvió para conocer más de la cultura zapoteca y mixteca.
Asimismo, este hallazgo puso las bases para que se creara la “Ley sobre Protección y Conservación de Monumentos Arqueológicos e Históricos, Poblaciones Típicas y Lugares de Belleza Natural de 1934” y siete años después, en 1939, el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH).
Alfonso Caso estimó, a un periódico extranjero, que las joyas encontradas valían cerca de un millón de dólares, quizá un poco más, ya que se trataba de seis kilos de oro. En la actualidad, la colección de estas piezas se encuentra en el Museo de las Culturas de Oaxaca.
Dónde: Macedonio Alcalá s/n esq. Adolfo C. Gurrión, Oaxaca de Juárez.
Cuándo: martes a viernes de 10:00 a 15:00 hrs.
Cuánto: $85.
Entrada libre: Maestros, estudiantes, niños menores de 13 años e INAPAM.
Foto destacada: Neomexicanismos
Tlahuelpuchi es el equivalente a la palabra que designa a esas entidades sobrenaturales nahuas, específicamente del estado de Tlaxcala. Tlahuelpuchi es un ente femenino, aunque también hay tlahuelpuchis varones, que son el equivalente a a las brujas, es una mezcla entre hechicera y vampiresa, con la capacidad de convertirse en vapor, y que se alimentaba de sangre humana y animal, específicamente la sangre de niños.
Los mayas también tienen leyendas de brujas. El X´ Men es el brujo o la bruja, aunque también se usa para designar a los curanderos. Es el equivalente al personaje que en otras lenguas amerindias se denomina chamán o chamana. Entre los mayas de la península de Yucatán y Guatemala, se pronuncia shmen.
También existe el término xtab para referirse a una antigua diosa maya de la muerte. Xtab también se relaciona con la diosa del suicidio y esposa del dios de la muerte, Chamer o Ah Puch, en la mitología maya. Xtab es el nombre maya de una mujer mitológica, según constata el Códice de Dresde.
Xtab, también se relacionaba con la vida futura en el paraíso y los suicidas por ahorcamiento recibían su protección. En la tradición maya, se consideraba el suicidio como una manera extremadamente honorable de morir, a un nivel similar al de las víctimas humanas de sacrificios, guerreros caídos en batalla, mujeres muertas de parto, o sacerdotes.
Pero de todos los entes mayas, es el Uay o Huay que mejor representa la idea de bruja, hechicera. Este vocablo en idioma maya usado en el sureste de México para denominar fenómenos de encantamiento. Aunque también son conocidos con otros nombres, como nahual en el resto de México y en Guatemala.
Para los mayas antiguos, la palabra maya «uay» se usaba para referirse a un animal – real o quimérico – que compartía su esencia con cada persona; una especie de “espíritu acompañante”. En su acepción original, el uay podía también ser un objeto o fenómeno (estrella, fuego, cometa, arco iris) o una combinación de todos los elementos anteriores.
Se dice que “uay” es una palabra que está relacionada con el sueño o la transfiguración mística. Pero después de la conquista, la demonización de las antiguas creencias mayas dio como resultado que el uay pasara a ser visto como algo relacionado con la brujería y la magia negra.
El Uay chivo, Way chivo o Huay chivo es el término con el que la población de Yucatán se refiere al personaje central de una leyenda que es parte de los mitos y de las creencias mágico-fantásticas de las comunidades mayas de la península de Yucatán.
Se dice que es un ente de color negro, enormes cuernos y ojos muy brillantes. Su objetivo es asustar a las personas con su apariencia fantasmagórica. Su costumbre es embestir violentamente a quienes se cruzan en su camino cuando cae la noche.
La idea popular es que hay personas demonizadas que son capaces de convertirse en chivo para atemorizar y presionar a la población en busca de algún fin determinado, normalmente malévolo. La tradición oral de los pueblos en Yucatán hace de estos seres sobrenaturales personajes de historias de toda laya, que involucran a gente del lugar y se refieren a eventos que conciernen a la propia comunidad.
Se cree que el Huay Chivo se alimenta de las gallinas y el ganado de los pobladores y que habita en los más recónditos y lugares oscuros, como en los bosques y montes; sobre todo de la región de Yucatán.
También se dice que este brujo pueda obtener la habilidad de transformarse es necesario que realice un rito oscuro, en el que ofrezca precisamente un chivo, después de una serie de procedimientos, el brujo se convierte en mitad hombre, mitad animal, con esta forma sale a asustar y matar animales. ¿Alguna vez te has encontrado con este ser?
Foto destacada: INAH
El Museo Nacional de Historia es uno de los destinos imprescindibles en la CDMX, ya que cuenta con hermosas salas de exhibición que muestran hermosas pinturas, banderas, documentos, armas, muebles e indumentaria, que han logrado preservarse de un modo increíble a lo largo de mucho tiempo.
Además, es uno de los lugares más especiales, en cuanto a historia de México, ya que preserva objetos representativos de cuatro siglos del devenir de nuestro país; que van desde la invasión de Tenochtitlan en 1521, pasando por el imperio mexicano, la independencia y Revolución Mexicana, en la segunda década del siglo XX.
Además, no hay duda que este museo es una construcción de un asombroso valor simbólico para los mexicanos. Su construcción inició en 1785, durante el gobierno del virrey de la Nueva España, Bernardo de Gálvez.
Originalmente, se creó para ser una casa de descanso; sin embargo, a través del tiempo ha tenido varios usos: fue colegio militar, residencia imperial con Maximiliano y Carlota (1864-1867), residencia presidencial y, desde 1944 abrió como sede del Museo Nacional de Historia.
Con el fin de celebrar los 79 años del Museo Nacional de Historia, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha preparado una serie de actividades culturales para todo el público.
Entre las actividades destacadas está:
27 de septiembre
Recorrido guiado por el Alcázar, a cargo del Área de Servicios Educativos, en grupos de 40 personas. 17:00, 17:15, 18:00 y 18:15 horas.
Danza folclórica del Ballet de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el patio de eventos, a las 17:30 horas; cupo para 150 personas.
Concierto “Dicen que por las noches… Cucurrucucú paloma”, homenaje al compositor Tomás Méndez, con María Elena Leal, Rosy Arango y José Antonio Hernández, en el patio de eventos, a las 19: horas. Cupo para 250 personas.
28 de septiembre
Coro de Trombones del Conservatorio Nacional de Música; Patio del Alcázar, 19:00 horas. Música de Johann Sebastian Bach, Franz Joseph Haydn, Giovanni Gabrieli, Franz Schubert, Jean Sibelius, Georg Philip Telemann, Felix Mendelssohn y Modest Moussorgski.
Charla virtual “Crónica musical, a 200 años de Agustín de Iturbide”, por el perfil en Facebook del museo, a las 19:00 horas. Aquí
Ciclo “Sabores musicales con café, Sopromusic en el Museo Nacional de Historia”, el invitado es el historiador Joaquín E. Espinosa, y conduce el pianista Juan Ramón Sandoval.
29 de septiembre
Ópera El Rajah, Colectivo Artístico AcercARTE, en el Patio del Alcázar, 19:00 horas.
30 de septiembre
Big Band Infantil y Juvenil de México, Patio del Alcázar, a las 19:00 horas.
Dónde: Primera Sección del Bosque de Chapultepec s/n San Miguel Chapultepec, CDMX.
Cuándo: Diversos horarios
Entrada libre a las actividades, cupo limitado.
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