Fotos: INAH
En la Zona Arqueológica de Uxmal, Yucatán, fue hallada una ofrenda cerámica compuesta por un cajete trípode y cuatro vasijas; a metro y medio debajo del espacio donde hace algunos meses se descubrió la Estela 18. Es posible que estos artículos se hayan depositado durante la invocación a la diosa y el dios de la abundancia representados en dicho monumento dual: la Señora Chak Chel y el Caminante del Inframundo.
El hallazgo fue dado a conocer en la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, quien brindó un reporte sobre las tareas de salvamento arqueológico y el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el Tramo 3 del Tren Maya, que va de Calkiní, en Campeche, a Izamal, en Yucatán.
El antropólogo detalló que la ofrenda fue detectada por el equipo que dirige el arqueólogo del sitio, José Huchim Herrera, en la Estructura 26 del grupo arquitectónico conocido como El Palomar, donde se realizaron labores de investigación, exploración y conservación, con recursos del Promeza.
Asimismo, hizo hincapié en que la disposición de las cuatro vasijas evoca las cuatro esquinas del universo y los cuatro puntos cardinales, que contenía un líquido sagrado como alimento de los dioses. Un cajete trípode con sonaja (para el servicio de alimentos), el cual aún conserva policromía, cubría las cuatro vasijas, como un contenedor que alude al cosmos y la continuidad armónica del universo.
Dicha ofrenda fue retirada con mucho cuidado, para realizar más microexcavaciones y determinar si al momento de ser depositada tenía algún alimento o materiales orgánicos y minerales específicos. Los tipos cerámicos, entre los que se encuentra una olla sin engobe y estriada, de cuello corto, corresponden a los años 750-900 d.C.
Prieto Hernández también abundó en los avances del proyecto de construcción del Museo Arqueológico del Puuc, en la Zona Arqueológica de Kabah, el cual dará cuenta del desarrollo cultural en tiempos prehispánicos de la serranía que une los actuales territorios de Campeche y Yucatán; todos ellos sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Todavía se trabaja en la reestructuración del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún, localizada 15 kilómetros al norte de Mérida, para incorporar, mediante un nuevo discurso museográfico, las investigaciones más recientes en las que se considera uno de los más grandes conjuntos conocidos de ruinas precolombinas, un centro de importancia desde antes de nuestra era, hasta el tiempo de la invasión española.
Al 5 de junio de 2023, se han registrado y preservado 7,368 bienes inmuebles, como cimientos, albarradas y basamentos prehispánicos; 376 bienes muebles, entre metates y otros objetos cerámicos, así como 319,637 tiestos. Además, se localizaron 55 entierros humanos, muchos de ellos con ofrenda, y 119 rasgos naturales asociados a asentamientos humanos.
Foto destacada: Animal Gourmet
Es difícil no ponerse sentimental cuando se habla de las carnitas, la cúspide del cerdo, la versión más perfecta, práctica y eficaz para aprovechar todas las partes del producto para hacer que este platillo se derrita en la boca con una explosión de sabor intenso, grasoso y perfecto.
Las carnitas, de hecho, fueron elegidas como el mejor platillo con cerdo del mundo, según la guía de viaje Taste Atlas. Y es en realidad es una combinación y un sabor perfecto. Como sabemos que estás aquí porque eres amante de este platillo, te vamos a recomendar los lugares que debes visitar en la CDMX para comer carnitas.
Esta taquería es una de las más visitas, porque para muchos son las mejores carnitas de la CDMX. Es un lugar bastante grande y concurrido todos los días a cualquier hora y aunque ofrece tacos de todo, las carnitas son la joya de la corona. Además, tiene una barra de complementos para ponerle de todo y acompañar tus tacos.
Dónde: Clavijero 226, Col. Tránsito
Cuándo: lun-dom: 10:00-18:00
Las Carnitas Zacapu son emblemáticas del barrio de la Lagunilla, y uno de los destinos favoritos de los foodies, ya que las carnitas se sirven con tortillas hechas a mano y puedes probar la famosa achilatada es decir, la pedacería que queda al fondo del cazo, una delicia porque ahí es donde se concentra el sabor de la carne. Otra de las cosas recomendables es la salsa, solo hay roja, pero con un poderoso picor, elaborada a base de chile de árbol, cilantro y tomate en crudo.
Dónde: Callejón Vaquitas #34, barrio Lagunilla, alcaldía Cuauhtémoc.
Cuándo: miercoles a lunes de 10:00 a 17:00
La Flor de Michoacán que está por llegar a los 40 años de tradición en la CMDX, ofrece las auténticas carnitas estilo Michoacán. aquí puedes disfrutar de unos buenos tacos de maciza, surtida para comer en el lugar o para llevar por kilo. Además cuentan con platillos adicionales como chamorros, quesadillas de sesos y chicharrón.
Dónde: Emilio Carranza #313, Col. San Andrés Tetepilco, Iztapalapa, CDMX.
Cuándo: lunes a domingo de 08:00 a 17:00
Aunque muchas personas están inconformes con el alza de precio que tuvo este lugar, otros la siguen llamando “el templo de las carnitas”. Es un destino único con muchos años de tradición con la receta de la familia Zapién de Zacapu, Michoacán. El taco de pancita es supremo, pero en general, las carnitas aquí son de otro mundo.
Dónde: Av. José Martí 142, Escandón
Cuándo: miércoles a lunes de 09:30 a 16:00
Tacos, gorditas, quesadillas de sesos, chicharrón crujiente y otros antojitos que puedes probar está en Los Luises. Además, de las tortillas hechas a mano Los Luises son una gran muestra de la gastronomía michoacana, tanto así que tiene una admirable trayectoria de 50 años; lo encontrarás en la calle Castilla, número 344, Colonia Postal, Benito Juárez, Ciudad de México.
Dónde: Castilla 344, Postal, Benito Juárez, CDMX.
Cuándo: lunes a domingo de 10:00 a 17:00
Foto destacada: Chapultepec org
En el Bosque de Chapultepec también es posible encontrar algunos vestigios arqueológicos que fueron habitados por grupos de agricultores atraídos por las características naturales del lugar. Además, fue considerado un espacio sagrado y en su cima se construyó un adoratorio dedicado a los dioses celestes, mientras que en la parte baja de la ladera sur se creía que habitaba Tlaloc, dios del agua.
De los vestigios culturales que podemos visitar en el cerro del Chapulín, se encuentra una cueva que los toltecas y Mexicas consideraron lugar sagrado y la llamaban Cincalco, que significa en lengua náhuatl “casa de mazorcas”.
La Cueva de Cincalco se encuentra en el Audiorama, donde por cierto puedes escuchar música, tomar un libro prestado o ver un cielo enmarcado por distintos tonos verdes. Este lugar escondido fue, para los ancestros, una puerta, túnel y entrada al inframundo. Un portal de dimensiones místicas donde, con una veladora prendida todo el tiempo, se ofrece luz a los espíritus.
Esta cueva, a un costado de los restos de un ahuehuete, conocido como “El Sargento” -bautizado así por miembros del antiguo Colegio Militar; también aparece en el Códice Florentino, el registro más antiguo que se tiene sobre el lugar, lo describe como un sitio donde todas las almas iban al perder su vida terrenal.
Quienes se adentraban en la caverna se encontraban con el Mictlán, un paraíso lleno de cascadas y manantiales custodiado con Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, dioses de la muerte. Sin embargo, para llegar al final y conseguir el descanso eterno, primero debían pasar por 9 regiones llenas de retos.
La leyenda de este sitio, es que también fue una cueva que tenía acceso al Tlalocan, el paraíso del dios del agua, Tláloc. Este sitio es descrito como carente de sufrimiento, donde abundaba la belleza, el maíz y las aves de plumas preciosas que se posaban para cantar en pirámides de jade.
La importancia del Tlalocan es que los pobladores creían que de ahí venía toda el agua benéfica y necesaria para la tierra de los mortales y, por ello, es que Chapultepec era un lugar lleno de vida. De hecho, cuando los arqueólogos exploraron la zona, encontraron una escultura de Tláloc por lo que, piensan que en ese sitio también hubo un altar de adoración para el dios.
Asimismo, se hace referencia al mito de Huémac, el último gobernante tolteca, quien era un aficionado a los juegos de pelota, y quien hizo una apuesta con los tlaloques, sacerdotes de Tláloc. Huémac ganó y esperaba como recompensa tesoros como jade y plumas de quetzal. Sin embargo, los sacerdotes le otorgaron mazorcas por considerarlas más valiosas. Pero Huémac no las aceptó. Los tlaloques ofendidos por ello le dijeron que, como castigo, su pueblo sufriría 4 años de sequía.
Al final de la sequía, Huémac se reencontró con los sacerdotes y comprendió el valor que tenía el maíz. Se dice que el gobernante, avergonzado, entró a la cueva y ahí mismo se quitó la vida para viajar al Mictlán, el lugar del descanso eterno.
Hoy en día, deseas visitar este espacio podrás puedes relajarte, contemplar la naturaleza, leer, meditar y escuchar música con tranquilidad.
Dónde:Primera Sección del Bosque de Chapultepec; Calzada del Rey, acceso “Las Flores”, a un costado de la Tribuna Monumental.
Cuándo: de martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas.
Entrada libre
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