En este lugar se disfruta de un exquisito banquete liderado por platillos de la cocina mexicana tradicional con su toque de barrio; su menú se encuentra liderado por los huevos a la diabla, molletes, su pan dulce horneado ?ya sea de higo o de nuez? y sus enchiladas nicolasa como desayuno; a esto le puedes anexar uno de sus deliciosos atoles, sus café de olla o su chocolate oaxaca.
Para la comida, algunos de los platos más exquisitos son su legendaria sopa seca de natas ?receta del Convento de Monjas Capuchinas de Guadalajara?, sus famosos chiles enogada ?de los mejores de la ciudad?, la ensalada de flores con toronja, el cerdo en adobo, su orden de gorditas, la jaiba y sus filetes con salsa de Jamaica son un must. El maridaje de sus platillos se da perfecto con su cava de vinos que presume de ser un lujo ?muchos incluso vienen de ve en cuando solo a degustar el vino con un buen postre, como el queso semi curado de vaca.
Cabe destacar que Nicos es un restaurante que propicia platillos con métodos originales mesoamericanos del siglo XIX, claro ejemplo es su proceso de nixtamalización del maíz, que consiste en quitarle la cáscara al maíz hirviéndolo con agua y cal, de esta manera se obtiene un maíz más blando que se puede utilizar para obtener un delicioso pozole con granos masticables o unas buenas tortillas.
Nicos es ese exquisito tesoro mexicano escondido en una zona inusual de la capital, un lugar que hoy por mucho se encuentra de entre tus mejores opciones para comer rico.