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Sus casi 700 años de historia, aunado al arte que aquí se conjuga, lo han vuelto uno de los barrios artísticos más prestigiados de la ciudad. El centro de una ciudad siempre aguarda fantasmas; hechos y personajes que han pisado sus lares incansablemente para dejar una suave silueta de su presencia o una leyenda qué contar para sus muros. Como ya sabrás, es en el Centro Histórico donde se encuentra la mayor parte de edificios antiquísimos, algunas construcciones en pie desde el siglo XVI. Ruinas, templos, edificios invaluables, plazas y calles han sido testigos de todo lo que ha ocurrido en la capital.
La percepción de encontrarnos con muchos “Méxicos” es aún más notable en el Centro Histórico: por una parte los mexicas con su Tenochtitlán, al mismo tiempo que los españoles y su Nueva España. Por otro, están los fantasmas de los independentistas defendiendo su México, y los revolucionarios construyendo uno nuevo. Hoy, el Centro Histórico moderno alberga además de estas esencias, una más, la de una zona turística de vanguardia, ideal para caminarse, para deleitarse con sus fuentes y jardines, para asombrarse de la majestuosidad de enormes construcciones art noveau, arte decó, neogótico, barroco y también prehispánico; para saberse en un lugar totalmente distinto a cualquier área del globo con el simple hecho de cruzar un Zócalo rodeado de catolicismo y chamanismo, al mismo tiempo que se pasea por sus hermosos espacio públicos y se encuentran con proyectos de arte y tecnología interviniendo los muros de la ciudad. El Centro Histórico es el ombligo de nuestra nación, su genialidad radica, por supuesto, en que todos los sincretismos son bienvenidos.
Estas fotografías fueron curadas por MXCity desde el asombroso acervo visual que se encuentra en la cuenta de Facebook La Ciudad de México en el tiempo.