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La historia fotográfica del Zócalo capitalino a través de los siglos

El Zócalo de la ciudad de México no sólo es considerada como una de las plazas más importantes del país, también una de las más visitadas tanto por turistas como por los habitantes de esta metrópoli. En este sitio han transcurrido leyendas, eventos históricos, revoluciones y reconstrucciones. Sin embargo, ¿qué tanto ha cambiado el Zócalo a lo largo de los años?

Con el paso del tiempo, a esta plaza se le han acuñado numerosos nombres: Plaza de Ánimas, Plaza de Armas, Plaza Principal, Plaza del Palacio, Plaza Mayor, Plaza de la Constitución y, de manera coloquial, el Zócalo. Cada uno de ellos ha reencarnado la experiencia arquetípica en esos periodos históricos de la nación, como si se hubiese tratado de darle una estructura física a los eventos metafísicos que llevaban al cambio en el país.


Durante la época precolombina, el sitio era un espacio abierto que formaba parte del centro ceremonial de Tenochtitlán, la capital del Imperio azteca. Se trataba de un centro político y religioso dentro del islote original de la ciudad medica, donde se ostentaba el Templo Mayor. Sin embargo, ante el derroque del Imperio Azteca en 1521, los españoles construyeron sobre el palacio de Moctezuma Xocoyotzin ?el ala oriente de la plaza? el palacio de Cortés ?el actual Palacio Nacional? y sobre el Templo Mayor ?el ala norte?, la Catedral Metropolitana; mientras que del costado poniente, se ubicó el Portal de Mercaderes, y al sur, el Portal de las Flores. 

Eventualmente la plaza comenzó a vivir grandes cambios pues los edificios a su alrededor se vieron varias veces demolidos y remodelados. Inclusive durante la época virreinal, la plaza tuvo grandes áreas verdes, monumentos, fuentes y el mercado El Parián. Fue testigo de una increíble serie de mercancía y objetos exóticos que abastecían al mercado novohispano y europeo desde el Oriente. Fue así que la plaza se convirtió en la sede del poder político, económico y religioso de México, en donde el pasado indígena y la renovación virreinal se mezclaron durante más de cuatro siglos.

No fue sino hasta 1813 que esta sede política se convirtió en la Plaza de la Constitución ?nombre actual del Zócalo? en honor de la constitución de Cádiz (1812), pues se juró ahí mismo la famosa constitución española. Treinta años después, esta plaza adquirió su apodo como "Zócalo" desde que Antonio López de Santa Anna ordenó la construcción de un monumento que nunca se llegó a erigir, pero que quedó en el centro de la plaza el zócalo o base de lo que sería la columna de la Independencia.

Eventualmente, en 1878, Antonio Escandón donó un kiosco a la ciudad que fue colocada en la parte superior de la base de Santa Anna: estaba iluminado con cuatro candelabros de hierro grande y diseñado de manera similar al Bois de Boulogne en París. Poco después, la compañía Ferrocarriles del Distrito Federal convirtió una parte del Zócalo en una estación de tranvía con taquilla de boletos y un andén, mientras la otra parte de la plaza volvió a llenarse de puestos de mercado.

Durante la Decena Trágica, el Palacio Nacional fue bombardeado dañando también el Zócalo. Por lo que, cuando se reconstruyó la plaza, se trazaron nuevos senderos, se delinearon áreas verdes, se creó un espacio de jardín y se plantaron palmeras en cada esquina de la plaza. Todo esto cambió en 1958, cuando la plaza adquirió su austero aspecto actual por primera vez en 400 años, lo cual permitió que el Zócalo fuera la sede de varios eventos, como el inicio de los Juegos Olímpicos de Verano 1968.

El Zócalo de la ciudad de México se ha convertido desde entonces en un sitio de reunión para fiestas nacionales, culturales y artísticas, manifestaciones de protesta y llamadas de conciencia hacia la humanidad.

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