Un gran encuentro culinario en el que la gran protagonista será la comida mexicana.
No es casualidad que la gastronomía mexicana sea Patrimonio de la Humanidad. Basta con ver la variedad de platillos, colores y aromas para darnos una idea del verdadero valor de la comida en este país. Aquí hay recetas para todo, para hacer que el nopal y el maíz sepan deliciosos, y que los insectos oaxaqueños sean recibidos cálidamente en nuestros paladares.
En este país los alimentos saben a gloria, y la gente en el mundo lo sabe. Esa es la razón por la que año con año, muchos turistas vienen exclusivamente a probar los miles de sabores que viven en México y dejan en distintos lugares una derrama económica importante.
Para abrir un diálogo de éste y otros temas referentes a nuestra comida, el Conservatorio de Cultura Gastronómica ha orquestado el IV Foro Mundial de Gastronomía Mexicana, un gran encuentro culinario en el que se darán cita cocineros tradicionales, chefs destacados, estudiantes, productores, críticos internacionales y demás profesionales de la comida para mostrar, entre otras cosas, la importancia de refrendar el legado culinario mexicano.
Este magno evento gastronómico se llevará a cabo del 24 al 27 de noviembre en el Centro Nacional de las Artes y los Estudios Churubusco. En esa ocasión el país invitado será Filipinas, un lugar con una enorme tradición culinaria, en el que abundan las sopas, el lechón y la preparación de arroces.
Las jornadas que promete este foro son muy completas. Habrá una exposición llamada Destinos Gastronómicos en México y una serie de charlas acerca del auge de la disciplina culinaria, la importancia de la comida en México y su presencia en el mundo, la cocina de la costa nayarita y muchas más. También se tiene planeado generar un diálogo entre los cocineros tradicionales y chefs de los mejores restaurantes de la capital y un interesante debate protagonizado por restauranteros estadounidenses y productores mexicanos.
El IV Foro Mundial de Gastronomía promete ser una oportunidad perfecta para que los capitalinos valoren el enorme legado culinario que hay en México. Así como, un espacio para que las nuevas generaciones se empapen con una de las mejores cosas de nuestra cultura, la comida.
