La Bella Italia estuvo formando parte de la historia del barrio de la Roma.
De acuerdo con un mensaje publicado en la cuenta de Facebook de la emblemática heladería La Bella Italia, se anunció el cierre de puertas en la colonia Roma: "México nos abrió las puertas y brindó un hermoso lugar en La Roma. Tras 97 años de estar compartiendo una pizca de Italia a través de recetas italianas de helados, hoy decimos hasta pronto”, se puede leer en la publicación.
Esta heladería ha sido un punto de referencia cultural de la colonia Roma, al grado de haber sido mencionada en obras del cine y literatura, como el libro de José Emilio Pacheco, Las Batallas en el Desierto, cuando Carlos intercepta a Rosales, el niño "más pobre de su antigua escuela":
“Todo ocurrió en segundos. Bajé del Santa María ya en movimiento, Rosales intentó escapar, fui a su alcance. Escena ridícula: Rosales, por favor, no tengas pena. Está muy bien que trabajes (yo que nunca había trabajado). Ayudar a tu mamá no es ninguna vergüenza, todo lo contrario (yo en el papel de la Doctora Corazón desde su Clínica Almas). Mira, ven, te invito un helado en La Bella Italia“.
Esta heladería estaba en una antigua casona porfiriana que data de 1922, y se fundó por un grupo de inmigrantes italianos quienes en conjunto con algunos mexicanos, iniciaron este negocio con el fin de ofrecer a los comensales un pedacito de la tradición del gelatto italiano en México.
Se distinguían por mantener la cremosidad del gelatto italiano elaborado con ingredientes frescos y de manera artesanal, en cada mezcla que realizaban.
Por un lado, despedirse de La Bella Italia es quitarle un poco de historia a la Ciudad de México. Ya que era un lugar era histórico y al mismo tiempo era un punto de reunión para muchas personas, donde las familias se reunían a convivir y los trabajadores aliviaban la carga de trabajo y reducían el estrés.
Foto Elena Toral
Helados, banana splits, las malteadas y bebidas, ahora formaran parte de la memoria colectiva de la gran urbe moderna, pero seguiremos manteniendo los recuerdos que vivimos en ese local histórico, lleno de muebles retro y una rockola que invitaba a bailar; rodeados de sabores traídos desde Italia.
El negocio aclaró que no es un adiós definitivo, sino que cambiará de sede por lo que darán a conocer a los amantes de su gelato artesanal. Otro de sus anuncios fue: "Hoy es nuestro último día en nuestra casa que nos vio nacer. Muy pronto saldrá el Sol y les anunciaremos nuestra nueva sede. Mientras vamos a seguir escribiendo esta historia que inició en 1922".
Foto Elena Toral
Son noventa y siete años de historia de La Bella Italia, que es más que recordada por su emblemática fachada cuyo nombre resaltaba en letras rojas manuscritas y que se encontraba ubicada en la calle de Orizaba #110. Así es, La Bella Italia, es una de la heladerías más longevas de la Ciudad de México.
Pero todo sea para renovarse en otro espacio de la metrópoli. Ya que sus helados reconocidos por la variedad de sabores y cremosidad se habían convertido en un icono de la colonia. El 5 de enero fue el último día activo de La Bella Italia.
El helado de la Bella Italia se caracteriza por continuar la tradición de preparar helados con ingredientes frescos y de manera artesanal con el propósito de acercarles a los clientes una pizca de Italia en cada sabor y mezcla que realizaban y ponían a la orden del paladar de los mexicanos.
El menú de La Bella Italia constaba de helados de crema, nieves y bebidas, sus populares banana split, conos, copas y malteadas serán recordados por quienes tuvimos la dicha de probarlos.
Por el momento los fanáticos de estos helados con estilo italiano, tendremos que esperar y estar atentos a que la empresa publique en redes sociales la nueva ubicación y el día de inauguración para continuar con la tradición.
Como sea, todos los que visitamos esta heladería, recordaremos que fue un espacio reconocido por su decoración vintage, la gran variedad de sabores entre ellos elote, fresa, avellana, café, amaretto, plátano y ron con pasas, con los cuales le atinaron al paladar de todo cliente que llegara a la heladería.
Foto Revista Mira
Yo recordaré las malteadas y sodas con lo que tenía la impresión de entrar a comer helado en una cafetería al estilo de Norteamérica. Los helados eran un símbolo de tradición e historia repostera en esa colonia. La variedad de sabores y texturas cremosas que encontrabas allí, era sin igual.
Desde 1922 encontramos nieves acompañadas de fruta, yogurt, crema dulce o chocolate, servidos en generosas copas o dentro de la fruta misma como es en el caso del mamey, coco y naranja entre otras. Este es un lugar excepcional con un ambiente familiar que es perfecto para cualquier día de la semana con la familia, amigos o con tu pareja. Estos helados se encontraban en Orizaba 110 casi esquina con Av. Álvaro Obregón, en la colonia Roma.