Existen una gran diversidad de tunas en el país y el ideal con chile y limón.
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La tuna es la fruta del nopal, en náhuatl n?palli y n?chtli para la tuna. Las tunas en estado salvaje son devoradas por muchos animales de tierras áridas como aves, que ayudan a distribuir las semillas. Esta fruta existe en una gran variedad y como la mayoría de las especies de cactus las tunas son nativas de América, pero existe en muchas áreas del mundo.
En México tenemos en abundancia las tunas que se encuentran en las regiones central y occidental, y en Estados Unidos las tunas son nativas de muchas áreas del oeste y sur de los Estados Unidos áridos, semiáridos y propensos a la sequía.
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Existen tunas en varios colores como rojo, rojo vino, verde o amarillo anaranjado; en las islas Galápagos las tunas son una fuente principal de alimento para las tortugas gigantes. Las tunas se importaron a Europa en el siglo XVI y a Australia en el siglo XVIII para jardines, donde se convirtieron en una maleza invasora que se convirtió en 260,000 km 2 de tierra de cultivo en una selva verde impenetrable. Decenas de granjeros fueron expulsados ??de sus tierras por este “infierno verde”.
La cultura prehispánica utilizaba la tuna roja, así como la cochinilla para hacer colores; ya que este insecto parásito vive en cactus alimentándose de humedad y nutrientes en la savia del cactus. El insecto produce ácido carmínico, que disuade a la depredación de otros insectos. El ácido carmínico puede extraerse del cuerpo y los huevos del insecto para formar el tinte rojo.
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Durante mucho tiempo la cochinilla se utilizó como colorante alimentario rojo y para cosméticos por los pueblos azteca y maya de América Central y del Norte, y por los incas en América del Sur. Era producida en Oaxaca por productores indígenas, al grado de que la cochinilla se convirtió en la segunda exportación más valorada de México después de la plata.
El escudo de la bandera de México representa un águila real mexicana encima de un nopal sosteniendo una serpiente de cascabel. Según la historia oficial de México, el escudo está inspirado en una leyenda azteca sobre la fundación de Tenochtitlan, y cuenta con tres tunas rojas en el nopal.
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La tuna también se ha utilizado como un alimento medicinal de la antigüedad precolombina. Los antiguos aztecas lo empleaban para curar y cicatrizar heridas, además de que bebían jugo para bajar la fiebre, entre otros muchos remedios. Además es un gran antioxidante gracias a sus propiedades desintoxicantes y a que ayuda a neutralizar los radicales libres que provocan el envejecimiento celular, y a reducir y desechar sustancias tóxicas.
La composición de esta fruta la convierte en una aliada perfecta para combatir el colesterol malo; favorece el sistema digestivo ya que las semillas que contiene esta fruta ayudan a reducir los problemas de estreñimiento; y es muy usual utilizarla para combatir la gastritis, la acidez estomacal y la úlcera gástrica.
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Asimismo, previene enfermedades cardiovasculares ya que contiene un alcaloide llamado Cantina, el cual ayuda a reducir problemas al corazón. La tuna y el nopal es recomendado para diabéticos ya que controla los niveles de azúcar en la sangre.
Otra de sus propiedades es que ayuda a perder peso puesto que la tuna contiene un 80% de agua, lo que favorece a nuestro cuerpo para perder esos kilos de más.