El Centro Histórico de la ciudad alberga, en escasos 9km², 1.500 inmuebles históricos que generan una vasta oferta de actividades. Esta parte de la ciudad es prácticamente un museo vivo, ideal para conocer la historia del país, admirar las joyas arquitectónicas que adornan sus calles, descubrir las obras de arte que resguardan sus museos y vibrar al ritmo de su creciente dinámica cultural nocturna.
* Consulta aquí el perfil histórico y cultural del Centro Histórico de la ciudad de México
Cómo llegar: Encontrar el Centro Histórico es muy sencillo; todos los caminos de la capital tienen letreros que conducen a él. Sin embargo, las avenidas que se dirigen directamente a sus calles principales son Calzada de Tlalpan, Eje Central Lázaro Cárdenas, Av. México Tacuba y Av. 20 de Noviembre. Debido al ajetreo que se vive en la zona, se recomienda llegar en transporte público. Las estaciones del metro más convenientes son Zócalo, Allende y Bellas Artes. También se puede utilizar la línea 4 del metrobús, que cruza justo por el corazón capitalino.
Datos curiosos: En la esquina de las calles José María Pino Suárez y República del Salvador, la cabeza de una serpiente que data de la época prehispánica es la base de una de las columnas que sostiene al edificio que se halla en esa esquina. La pieza ha resistido el paso del tiempo, tal vez porque muy pocas veces los transeúntes se percatan de su existencia.
Principales atractivos:
Plaza de la Constitución
Templo Mayor
Catedral Metropolitana
Palacio de Bellas Artes
Museo Nacional de Arte
Torre Latinoamericana
Alameda Central
Palacio de Minería