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5 tamales excéntricos para preparar en casa

Uno de los maravillosos inventos prehispánicos que no pueden faltar en ninguna posada mexicana es, sin duda, el fast food nacional al que llamamos tamal.

Este delicioso platillo cuenta con más de 5 mil tipos de recetas oficiales en el país y, gracias a la practicidad de su envoltura en hoja de maíz, es casi imposible no encontrarse con uno por las mañanas en cada esquina.

Normalmente, en los establecimientos de tamales de la ciudad de México se venden los sabores clásicos como los salados de chile verde, mole o rajas, y los dulces de elote o pasas. Sin embargo, en distintas regiones del país ?dependiendo el área y la temporada? se elaboran una serie de excentricidades deliciosas incomparables en su sabor que, si bien a veces resultan un manjar onírico que no podemos probar si no acudimos a la región, también existe la posibilidad de prepararlos cómodamente en casa. ¿Y por qué no utilizar esos días de fiestas y excesos  como pretexto para degustar de algunos de ellos?

Te dejamos algunas ideas bastante singulares para preparar tamales como lo hacen en algunos lugares de la República:

 

Tamales barbones (Sinaloa)

Quizás los miembros más raros de la familia del tamal sean los de camarón de Escuinapa, en Sinaloa. Para hacerlos se usan camarones con todo y cáscara, y sus patitas y antenas sobresalen de la masa (de ahí que se llaman barbones). Un híbrido delicioso de caldo de camarón, chile ancho y tomate se fusiona con la masa. Se deja cocinar la mezcla a fuego lento y se añaden los camarones con su respectiva sazón al gusto (sal, pimienta, comino, ajo) en el centro.

 

 Tamales colados (Yucatán)

Envueltos en hoja de plátano, se rellenan con la masa de maíz y en su interior llevan cochinita pibil sazonada con epazote. La cochinita pibil es un guiso hecho de carne de cerdo deshebrada y esparcida en un caldillo de axiote, jugo de naranja agria y otras especias que la convierten en uno de los manjares más suaves de México.

 

Tamales asturianos

 

Los asturianos que radicaron en México durante la época colonial crearon un híbrido espectacular en el mundo de los tamales, a base de jamón serrano, tocino y queso manchego. A veces combinado con frijoles, este nuevo tamal se suele condimentar con un poco de licor de almendras antes de cocinarse, luego se unta en las hojas húmedas de maíz y ¡listo para entrar al vapor!

 

Uchepos de elote (Michoacán)

Los uchepos son una estrafalaria clase de tamales elaborados con maíz tierno molido y leche. El líquido que resulta se cuela y se cuece con azúcar y canela hasta que se espesa. Su sabor es muy dulce y en ocasiones es acompañado de salsas de tomate, queso fresco o crema, para dar un toque salado. A veces se rellenan con pescado, calabaza o piña. La masa varía también; los hay de masa de maíz negro y morado, de arroz molido, de harina o de pulque.

 

 Tamales de zarzamora silvestre (Michoacán)

Uno de los hermosos regalos de la naturaleza en Michoacán son sin duda las zarzamoras, que también se preparan dentro de un tamal con un toque de azúcar y canela. Envueltos con hoja de maíz, su presentación es gelatinosa y muy dulce; a veces se acompañan con crema batida o endulzantes como chocolate o dulce de leche.

 

Para más información sobre otros tipos de tamales alrededor de la República, consulta el siguiente libro: Esplendor y grandeza de la cocina mexicana, de Sebastián Verti.

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