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Munch: algo más que sólo sándwiches

En la colonia Cuauhtémoc, justo donde se encuentran las calles Río Ganges y Río Panuco, está un pequeño pero acogedor lugar que reinventa el significado de "sandwichería" en la ciudad.

Llegamos temprano, como a las 10:30, esa hora donde comienza a rugir el estómago y con los buenos olores todo se te empieza antojar. Para mi sorpresa, la persona que nos recibió era la dueña y fundadora de Grab n? Munch. Tannia Contreras no es chef, de hecho por un largo periodo de tiempo se dedicó a diseñar joyas y venderlas. Sin embargo, su pasión por la cocina y los buenos cumplidos de todos sus amigos y familiares la motivaron a abrir su propio restaurante.

El lugar es como un ancho pasillo, donde una de las paredes cuenta con su larga banca. Las mesas son bonitas, cada una tiene su suculenta como centro de mesa. Al entrar a Munch, tienes la opción de solamente agarrar lo que te apetece para llevar, ya que cuentan con una amplia vitrina de sándwiches, ensaladas, jugos y tés preparados.

Lo primero que me llamó la atención del menú fue el mordisco que tenía en la esquina. Luego me di cuenta de que todos sus productos contaban con el emblemático "munch".

Se trata de un restaurante que cuenta con una carta diferente, que satisface los antojos de todos. Desde luego, lo famoso son los sándwiches. Pero quiero destacar que vale la pena explorar el menú y realmente leer los ingredientes que componen los platillos del desayuno.

Uno de los mejores platos para los mañaneros es "El de Aguacate". Su presentación es impecable. Se trata de una mitad de bagel con mucho tocino, mucha arúgula y mucho tocino. Encima trae un huevo pochado y está ligeramente bañado con una salsa de chipotle. Es una gran manera de empezar el día y por su bajo costo te dan ganas de ordenar algo más.

Para no quedarnos sin probar lo famoso de Munch, pedimos un sándwich, "El de Proscuitto y Brócoli". No era como lo imaginaba, eran como dos tostadas sobre panecitos de english muffins. Untado tenía un pesto de brócoli, cuyo sabor estaba entre lo dulce y lo picoso. Encima traía ricas rebanadas de proscuitto. Es un platillo ideal para los que gustan de sabores fuertes.

Para acompañar la comida teníamos varias opciones. Todas antojables. Diariamente, Munch elabora sus propios jugos y tés. Yo pedí una malteada de chocolate, espesa y muy rica en sabor.

Finalmente, y para no quedarme con el antojo de un postre, pedimos un pastel de zanahoria. Desde que lo probé pude detectar el sabor casero, y para probar correcta mi teoría Tannia nos contó que en efecto, se trataba de una receta familiar. Asimismo, cuentan con galletas listas para llevar.

Lo más interesante del lugar es que todos los platillos de la carta buscan darle un giro al tradicional sándwich, desayuno o ensalada. Puedes encontrar en el menú waffles hechos con puré de papa y tocino, brownies con queso crema y sándwiches con pollo al tequila.

Los precios son accesibles, y es una gran opción para el desayuno, el almuerzo y desde luego, el famoso brunch. Lo mejor de Munch es que cuentan con servicio a domicilio, así que si vives o trabajas por la Cuauhtémoc o la Juárez, puedes ordenar todo lo que se te antoje para ti y tus compañeros de oficina.

Munch es la opción para salir de la rutina y literalmente salir de la misma cuadra de siempre y aventurarse con nuevas propuestas de calidad en la cocina.

Munch

Dirección: Río Ganges S/N esquina con Río Panuco, Col. Cuahutémoc.

Teléfono: 5207 3076.

Horario: 8:00 A.M. ? 5:00 P.M.

Cómo llegar

 

Twitter de la autora: @MarianaGaxiolaL

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