Arte y Cultura
Un recorrido fotográfico por lo mejor que vimos en Zona MACO
Benjamin Malik
Si no tuviste la oportunidad de visitar esta edición de Zona MACO, te presentamos una galería con nuestra experiencia.

Presentamos la experiencia que MXCity vivió en la espectacular feria de arte contemporáneo, Zona MACO.

Las ferias de arte contemporáneo siempre han sido campo fértil de la crítica, pues hacen accesible la obra de artistas de las últimas corrientes artísticas en un espacio que se asemeja al de un mercado. Este año y por décima cuarta ocasión, la esperada ZONA MACO, una de las ferias de arte más importantes del mundo, no ha sido la excepción. Todos los años genera un inmenso puente que une a expositores, coleccionistas, curadores, críticos y público en general ávido de nuevas propuestas que hace su mejor esfuerzo por entender gran parte de la experiencia.

El arte contemporáneo es, en cierta forma, un gran equívoco. Al menos si se le considera desde la vertiente heredada por Marcel Duchamp, probablemente uno de los artistas con el mejor humor en la historia y también uno de los más inteligentes, gracias a lo cual fue capaz de hacer de un mingitorio una "obra maestra". ¿Qué equívoco evidenció Duchamp con su pieza? Entre otros, que en la modernidad el arte se despojó poco a poco de su aura sublime para poder participar de la rueda del mercado. Con su gesto, Duchamp también señaló eso: que el arte es ya un objeto de consumo.

La única invitación que podemos hacer, es intentar comprender el arte de nuestra era como un diálogo entre emisor y espectador. ¿Qué nos hace sentir? ¿Qué nos hace pensar? ¿Nos genera confusión por falta de data o por desidia del conocer un poco más de nosotros mismos?

Este año, en Zona MACO, fuimos testigos de un caudal de piezas artísticas que valen la pena analizar sin considerar su valor capital y poniendo más foco en el valor de la experiencia. Aquí presentamos una galería con lo mejor que pudimos descubrir en ésta edición.

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Fotografías por: Gabriela Alatorre

Artesanos mexicanos fusionan arte, cultura y tradición para Adidas
MXCity
La belleza de la artesanía mexicana, el arte tradicional y el deporte contemporáneo se unen en esta campaña global.

Fotos cortesía de Adidas Mx

Conoce esta campaña con artesanos mexicanos que combina arte, deportes y cultura en lienzos únicos.

 

Desde hace algunos años, Adidas ha lanzado algunos productos de inspiración mexicana, como sus tenis con características y diseño de la talavera mexicana. Esta ocasión lanzó otra fusión entre cultura y deportes, en donde los artesanos mexicanos tienen un papel relevante para crear piezas que celebran los juegos tradicionales latinoamericanos como los deportes modernos. 

Esta colaboración única, realizada por Pentagono Art, que involucra a artesanos de Puebla, Michoacán y Oaxaca para darle vida a dos series de balones de fútbol esculpidos y tapices de lana tejida.

La serie de tapices de lana con pigmentos naturales, que fusiona la maestría artesanal mexicana con el mundo del deporte. Cada obra se despliega como una ventana abstracta a varios campos deportivos como fútbol, ??baloncesto, tenis y atletismo. La fusión de las emociones efervescentes vividas en los campos de juego se entrelaza con la pasión histórica imbuida en cada hilo.

Las alfombras son testimonios de la creatividad humana al crear historias combinando arte, deportes y cultura en un lienzo único. Los momentos efímeros se transforman en recuerdos perdurables a medida que se tejen en el tejido de la tradición.

Por otra parte, están los balones de fútbol hechos a mano, que hacen honor a los antiguos juegos de pelota azteca. Para hacer los balones, los artesanos utilizaron cuatro técnicas tradicionales, incluido el Barro Negro brillante y la Talavera ricamente detallada, incrustando en cada bola símbolos que narran historias de los deportes y la cultura aztecas, centrados en el icónico logotipo de Adidas.

Los tapices y los balones de fútbol son algo más que decorativos. Son un testimonio del rico patrimonio cultural de México y sus técnicas artesanales eternas. Al combinar lo antiguo con lo nuevo, estos artesanos preservan sus tradiciones y conectan con la cultura deportiva contemporánea, haciendo una poderosa declaración sobre la identidad y el patrimonio.

Esta colaboración resalta la belleza de la artesanía mexicana, fortalece los vínculos entre el arte tradicional y marcas globales, mostrando cómo las tradiciones locales pueden desempeñar un papel importante en los contextos modernos.

Carlos Cortéz Koyokuikatl: el artista chicano más importantes de Chicago
MXCity
Carlos Cortéz Koyokuikatl fue un artista multidisciplinario que ayudó a darle voz al arte chicano y activista. 

Fotos cortesía de National Museum of Mexican Arte

Carlos Cortéz Koyokuikatl fue un grabador y gran activista en los Estados Unidos.

 

Carlos Cortez fue un artista multidisciplinario dedicado a la poesía, grabado, fotografía, música, e incluso fue un muralista y activista político, miembro de la liga de Trabajadores Industriales del Mundo. Es un artista poco conocido en México, ya que nació en Milwaukee, Wisconsin siendo hijo de "un indio de pura sangre de México" y una madre socialista y pacifista alemana.

Además, este artista aprendió inglés, algo de alemán de su madre, pero nunca llegó a dominar la lengua de su padre; aunque en la posguerra trabajo como lavaplatos, albañil, empleado de tienda y peón en varias fábricas; hasta que se dedicó al arte como pintor autodidacta y alrededor de 1948 comenzó a enviar dibujos al Industrial Worker y a contribuir con historias ocasionales.

En los años 50 aprendió el medio por el que se haría más famoso: grabado. En la Industrial Worker tenía recursos limitados para convertir sus bocetos en planchas grabadas para usar en las prensas planas que producían el papel. Cortez notó que algunos colaboradores enviaban bloques de linóleo cortados que podían usarse directamente en la prensa. No le llevó mucho tiempo dominar las técnicas de creación de grabados en linóleo. Pero pronto, casi todas las ediciones del periódico incluyeron al menos una nueva impresión suya.

Con esto descubrió que los bloques de linóleo eran un elemento básico del arte de la Revolución Mexicana,  así que estudió y adoptó las técnicas y temas de artistas como José Guadalupe Posada, mezclándolos con los grabados de la socialista y expresionista alemana Käthe Kollwitz.

Cortés se identificó cada vez más con su herencia mexicana, india y campesina. A mediados de los años 60, ya tenía una larga carrera como ilustrador, escribía artículos, poemas y columnas, además de que aprendió a hacer bloques de impresión con casi cualquier trozo de madera desechado para mejorar su grabado.

Un amigo griego de Carlos, le dijo que debía conocer a su hermana en Grecia. De hecho, mantuvieron correspondencia varios años, ahorró dinero, dejó su trabajo y cruzó el océano como pasajero en un carguero para conocer a Marianna Drogitis, de la que se enamoró y se comunicaban con gestos y pocas palabras de alemán que tenían en común. Regresaron a EU en otro carguero, se casaron y se establecieron en Chicago en 1965. Marianna fue la modelo para sus xilografías, incluidos desnudos amorosos y voluptuosos.

En esa época fue cuando hizo más carteles sobre la Revolución Mexicana, en papel de la carnicería y se negó a firmar o numerar impresiones. De hecho, cuando sus carteles comenzaron a atraer la atención del mundo del arte comercial, hizo saber que si alguna vez comenzaban a venderse a precios inflados, imprimiría más para mantener el costo bajo. Incluso lo hizo como una disposición en su testamento para aquellos que tomaran posesión de sus bloques.

Asimismo, Carlos fue un mentor de una nueva generación de artistas. En 1975 ayudó a fundar el Movimiento Artístico Chicano, una de las primeras organizaciones de artistas latinos en la ciudad, además de que ayudó a fomentar el renacimiento del movimiento muralista en los Estados Unidos. También se convirtió en uno de los primeros patrocinadores del Museo Centro Mexicano de Bellas Artes, que se convirtió en el depósito de muchas de sus obras y tiene la colección más grande de su extensa producción en el mundo.  

En los años 80, se dedicó a la poesía, hacía lecturas ocasionales en cafés, librerías radicales y escribió la introducción o contribuyó en varios libros. En sus últimos años, el trabajo de Carlos fue ganando reconocimiento internacional. Ilustró la novela Brassero de Eugene Nelson. Sus grabados aparecieron en varias exposiciones itinerantes y se agregaron a varias colecciones permanentes e incluso hubo algunas exposiciones retrospectivas de su obra en el Museo Palacio de Bellas Artes.

Carlos quedó devastado cuando su amada Marianna murió en 2001. El 17 de enero de 2005 Carlos falleció rodeado de amigos y escuchando música 

272 tesoros olmecas llegan el Museo Pointe-à-Callière, de Canadá
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La exhibición de Los Olmecas estará acompañará de un catálogo y un programa de conferencias, en el Museo con la mayor vocación histórica de Montreal.

Fotos cortesía de INAH

Los Olmecas llegan al espacio arqueológico más grande de Canadá.

 

El Museo Pointe-à-Callière de Arqueología e Historia, de Canadá, estará presentanto una diversidad de piezas mexicanas, en la exposición Olmecas y las civilizaciones del Golfo de México, con el fin de celebrar la cultura y tradiciones mexicanas en el Vieux Montreal, el corazón antiguo de la ciudad cosmopolita.

Esta exhibición destaca las maravillas del México antiguo, en uno de los museos más espectaculares de Canadá, para que todos conozcan y se maravillen con las culturas mexicanas ancestrales. Se trata de un montaje que ilustra un panorama civilizatorio de más de 3 mil años, y plantear preguntas e imaginar cómo era la vida de esos hombres y mujeres que habitaron en la costa atlántica de México.

La directora ejecutiva del Museo Pointe-à-Callière, Anne Elisabeth Thibault, destacó en un boletín de prensa, que la emoción palpable en todos los colaboradores del recinto a su cargo, por recibir temporalmente los 272 objetos patrimoniales que integran a la muestra, cada uno de los cuales es testigo de la grandeza de múltiples civilizaciones de raíz olmeca.

"La colaboración entre nuestras instituciones es testimonio del compromiso compartido por promover el entendimiento intercultural, por ello, agradecemos a todos los que han hecho posible este esfuerzo. Su contribución creará, sin duda, experiencias enriquecedoras e inolvidables para nuestros conciudadanos y visitantes", expresó la Directora del Museo.

Asimismo, a dicho país del norte llegaron piezas arqueológicas y objetos etnográficos que narran parte de la historia y evolución de la cultura olmeca; que se mantiene viva en los pueblos huastecos, nahuas, totonacos, zoques y otomíes de nuestro país.

Además, se preparó un programa de actividades con recorridos guiados, conferencias y una publicación especial, realizada en colaboración con la revista Beaux-Arts, dedicada a la exposición y en la cual se ofrecerán contenidos complementarios a la misma.

Los artistas mexicanos Erick Meyenberg y Tania Ragasol presentes en la Bienal de Venecia 2024
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Los artistas visuales Erick Meyenberg y Tania Ragasol llevan su exposición al Pabellón de México, en el Antiguo Complejo Naval y Militar Arsenale di Venezia, Italia

Fotos cortesía de Erick Meyenberg

El artista visual Erick Meyenberg y Tania Ragasol, abordan  la migración y la identidad cultural.

 

El artista Erick Meyenberg representa a México en la 60ª Exposición Internacional de Arte de La Biennale di Venezia con una extraordinaria videoinstalación llamada Nos marchábamos, regresábamos siempre, con la curaduría de la gestora independiente de arte contemporáneo Tania Ragasol.

Esta intervención estará disponible hasta el 24 de noviembre de 2024 en el Pabellón México en la Bienal de Venecia, en Venezia, Italia, y entabla un diálogo con más de 87 pabellones de 87 países.

Erick Meyenberg plantea un dilema fundamental con su obra, en donde parece que todos somos extranjeros donde quiera. La obra exhibe que la condición de extranjería se puede estar viviendo aun no habiendo emigrado a otro país; no sabiendo si la pertenencia en realidad está fijada por la historia, los afectos o los tránsitos que hoy en día la movilidad humana plantea. No es la geografía, la historia o el lenguaje lo que define esas construcciones, sino una realidad en la que nos movemos permanentemente.

No obstante, México ha recibido personas que han tenido que dejar sus raíces o sus orígenes por guerras, por dictaduras, por desastres ambientales o solo porque se enamoran de un país tan diverso. La poética transdisciplinar de Meyenberg, que va de lo visual al lenguaje del movimiento, que transita por las emociones y los afectos de todas las personas que nos vemos reflejadas en una mesa.

El artista creó cerámica para poder desfigurar y transfigurar esas emociones que significan en una mesa compartir los dilemas, las nostalgias, las promesas incumplidas, los sueños, los compromisos; es ahí donde México se enriquece con esta obra poética de Meyenberg y de Tania Ragasol.

Esta propuesta artística habla de la hospitalidad, reconocer que todo proceso migratorio tiene muchas capas de dolor y de pérdida, pero ante una mesa se pueden crear lazos profundos de humanidad, es en donde caben todos esos gestos casi ancestrales, primigenios, que más allá de fronteras y de nacionalidades, nos pueden unir a todos como seres humanos y en donde podemos proyectarnos. Por eso en la videoinstalación hay una mesa blanca, una especie de pantalla en donde cada uno puede proyectar sus memorias.

El trabajo de Tania Ragasol evoca de una manera poética tanto el trayecto de quien migra, de una familia de migrantes, como la posibilidad de un momento, aunque sea un instante, de pertenencia alrededor de una mesa. Es un tributo a aquellos que están por llegar a una nueva realidad de vida, es una invitación a apreciar aquello que nos parece extraño para imaginar conexiones a partir de las maneras más íntimas que tenemos en común todos los seres humanos, como puede ser un beso, un guiño, una caricia, como eso vital que nos une más allá de fronteras, coordenadas, límites.

Sin duda una videoinstalación que nos hace mirar el tema del encuentro, siendo Extranjeros por todas partes. Además, es una exposición representativa de la práctica de un artista mexicano de ascendencia alemana y libanesa, que sabe bien sobre la condición dual y en construcción identitaria del migrante como extranjero, en su tierra y fuera de ella, cuantas veces intente recuperarla. Es una instalación con esculturas de cerámica que combinan elementos de México, Italia y Albania, reflexiona profundamente sobre temas como la migración, la búsqueda de pertenencia y la perenne condición humana de buscar raíces en un mundo transitorio. 

David-Hanes González, fotos de la cultura del boxeo en los barrios de la Ciudad de México
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Las fotografías de David Hanes-González documentan la lucha diaria de los boxeadores en los barrios de la CDMX. 

Fotos cortesía de davidmfoto

David Hanes-González retrató el box que se viven en los barrios de la CDMX.

 

David-Hanes González es un mexico-americano que llegó a nuestro país con el fin de conectarse con sus raíces mexicanas, en particular con el boxeo mexicano. Fue cuando descubrió el increíble impacto que tiene México en el box, cuando se propuso crear un proyecto en torno a esta cultura. 

Así se cargó de su cámara, y un proyecto que era de dos semanas se convirtió en todo un proceso de dos años, con el fin de crear una conexión mucho más profunda con el país de origen de su familia. Este fotógrafo nacido en Chicago llegó a vivir a México en la pandemia y con muy poco conocimiento de español.

Para Hanes-González el estilo del boxeo mexicano es un reflejo del carácter nacional. En realidad llevó a cabo un proyecto fotográfico bastante interesante. Se trata de fotografías en blanco y negro, pero no son las clásicas fotos de Canelo, o De la Hoy en el ring. Se trata delos combates de la vida diaria, de los barrios y las comunidades capitalinas. 

Y es que para muchos amateurs que comienzan en el mundo del boxeo en la Ciudad de México, es una salida única, disciplinada y dedicada para lograr subirse al ring y tener una mejor consciencia de su futuro. Se trata de un proyecto fotográfico de comunidad, evitar los clichés y registrar con su cámara algunos de los gimnasios de box, en lugares como La Merced, Tepito, la Guerrero, Tacubaya, el pueblo de Santa Fe, en la capital, y en municipios del estado de México.

Una de las imágenes favoritas que han marcado a este fotógrafo, es la del boxeador Salvador Pelón Juárez, quien aparece frente a una cruz en uno de los cerros del municipio mexiquense de Chimalhuacán

Joel Merino: el pintor triqui que desea llevar la tradición de Oaxaca a todo el mundo
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Joel Merino es un muralista destacado y originario de la comunidad autónoma de San Juan Copala, Oaxaca.

Fotos cortesía de @joelmerinoart

Joel Merino lleva la tradición y cultura de Oaxaca a varias partes del mundo. 

 

Joel Merino es un artista que representa a la comunidad de San Juan Copala, un municipio autónomo de Oaxaca, que siguió el ejemplo de los Zapatistas de Chiapas para abogar por su pueblo. Como muchos artistas oaxaqueños, ha tenido que superar muchos obstáculos para continuar haciendo su arte; además de llevar su talento y amor por la comunidad triqui a otro continente.

Merino se inició en la pintura de pequeño. Experimentaba con caricaturas y con el paso del tiempo desarrolló su potencial y decidió seguir en la búsqueda de técnicas y tipos de pintura, hasta que conoció a un corredor de arte, esto originó en Merino López un gran interés en la pintura clásica, y al paso del tiempo conoció otras técnicas y expresiones culturales.

Más tarde se enfocó en el grafiti, con la cual se abrió paso al mundo artístico y en el año 2014 comenzó a realizar obras de su propia autoría. La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en Querétaro, fue la primera en abrirle sus puertas tras ver su trabajo, de ahí lo invitaron a plasmar su obra en la oficina de la comisión; después de esta experiencia, se interesó más por trabajar murales con la temática de su comunidad de origen.

Hoy en día, su fuente de inspiración para realizar su trabajo es su familia y su pueblo natal que engloba la cultura triqui, este tema lo ha llevado a trascender fronteras no nada más de su estado sino del país, llegando a pintar en algunos países europeos.

Sus exposiciones han pasado por algunos estados de México como lo son Querétaro, Veracruz, León, Tijuana y Oaxaca. Fuera del país se ha presentado en países europeos como Suecia, Bélgica y Francia y, en el 2017, logró conseguir dinero para poder llegar a París en busca de posicionar su obra y cultura. En la capital del arte y del amor lo recibió con los brazos abiertos y Merino consiguió realizar murales en emblemáticas calles de la ciudad luz, resaltando las costumbres, vestimenta y tradiciones de su pueblo pero sobre todo dejando en alto a su país.

Asimismo, el pintor triqui, Joel Merino López, hizo una gira de trabajo con la comunidad migrante triqui en Estados Unidos, donde fomentó la cultura de su comunidad, San Juan Copala. Además, pudo visitar las ciudades de Albany en Nueva York, además de Chicago y Las Vegas.

Tanto las  pinturas como los proyectos de Merino, resaltan a la comunidad triqui, además de dar a conocer parte de la cosmogonía de las comunidades originarias de México. Asimismo, busca que la imagen de Copala no se quede en la idea de la ropa típica, artesanías, ni las problemáticas sociales de la región, más bien espera que a través del arte con sus pinturas se dé a conocer.

Sus obras llevan títulos en el idioma triqui con traducción al español para que la gente conozca la lengua madre del artista, buscando preservarlo para las próximas generaciones.




 

Familia de Filadelfia entrega voluntariamente 22 piezas de arqueología mexicana
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Dentro de las 22 piezas arqueológicas entregadas se destacan figuras antropomorfas y vasijas.

Fotos cortesía de INAH

Estas 22 piezas pasarán a formar parte del patrimonio arqueológico mexicano. 

 

22 piezas arqueológicas pertenecientes al patrimonio mexicano, fueron devueltas por una familia de Filadelfia, Estados Unidos, que otorgaron los ejemplares de manera voluntaria para reintegrarse a los museos mexicanos; a través del Consulado de México en Filadelfia y el Centro Cultural Mexicano (CCM).

La recepción de las piezas se realizó a través de una ceremonia, donde se reconoció a la familia Landau, quienes coleccionaban los artículos, además del trabajo de la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

"Leonard Landau era un amante del arte mexicano y le gustaba coleccionar piezas arqueológicas. Después de su muerte, su esposa e hijos consideramos que lo correcto era devolverlas a México y tuvimos la suerte de encontrar el Centro Cultural Mexicano de Filadelfia", señaló la familia durante la ceremonia.

Asimismo, en octubre pasado, la familia Landau decidió entregar de manera voluntaria 29 piezas al CMM, dada la posible relevancia histórica y cultural de los elementos en cuestión, el Consulado de México en Filadelfia y el CCM acordaron verificar su autenticidad ante el INAH, con el apoyo de la SRE.

En ese sentido, se llevó a cabo un dictamen de las 29 piezas y un arqueólogo del Instituto, especialista en culturas precolombinas, quien concluyó que 22 de ellas, entre las cuales destacan figuras antropomorfas y vasijas, concuerdan con artefactos elaborados por diversas culturas mesoamericanas que habitaron México entre los años 400 a.C. y 1521 d.C., por lo que se les considera patrimonio arqueológico de la nación.

Por otro lado, las otras siete piezas fueron dictaminadas como de reciente manufactura o que no se puede determinar su origen por el estado de las mismas. Tras todos los dictámenes se coordinó la entrega de las piezas, para que lleguen a México para su investigación, conservación y cuidado.

Durante la entrega de las piezas, el cónsul mexicano en Filadelfia, Carlos Obrador Garrido, resaltó la atención de esta administración a la recuperación y "rematriación" de piezas arqueológicas. "Celebramos que se haya podido concretar el retorno a nuestro país de estas 22 piezas, mismas que nunca debieron haber salido de México”, dijo Garrido.

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