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En la calle 16 de septiembre, esquina con 20 de noviembre, hay un recinto que desde hace siglos ha visto pasar frente a él los momentos más importantes de la historia de la Ciudad de México, un lugar que conoció a Morelos, a Díaz, a Madero y hasta a Lázaro Cárdenas y los vio hacer lo suyo, se trata del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
En este edifico están los orígenes de la capital mexicana. Dentro de él se pueden encontrar una interesante colección de escudos de todos ayuntamientos que han habido en esta urbe. Ahí está él que celebra la fundación de la ciudad y el que el Rey Carlos V le regaló a la Nueva España a propósito de su constitución.
La historia del Palacio del Ayuntamiento se remonta a 1521, cuando tras la caída de Tenochtitlan, Hernán Cortés ordenó la construcción de cinco edificios que acompañarían al Palacio Nacional. Según los planes coloniales cada uno de estos inmuebles tendría su propia función: uno serviría como carnicería, otro como prisión y uno como ayuntamiento que albergaría toda la estructura política de la nueva ciudad que habían fundado los conquistadores.
La construcción del inmueble se empezó a hacer en 1524, el hombre que dirigió el proyecto fue un cantero llamado Juan Entambasaguas. Sin embargo, desde su levantamiento el palacio tuvo múltiples cambios, de hecho, en una de las tantas remodelaciones que tuvo el famoso arquitecto Rivas Mercado fue en el encargado de rehacer su fachada.
Años más tarde, en 1662 para ser precisos, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento sufrió las consecuencias de un motín que se hizo en la capital debido a la escasez de alimentos. La gente desesperada acudió al inmueble gubernamental para buscar un depósito de granos que supuestamente había adentro, y al no encontrarlo quemaron el lugar y casi lo carbonizan en su totalidad.
Desde ese momento hasta hoy muchos planes pasaron por ahí. Actualmente este recinto alberga las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México y está abierto a todo el público para quien quiera darse una vuelta por nuestro pasado. Este es uno de esos edificios en los que todo es perfecto, basta con ponerle a ojo a las pomposas escaleras de la entrada (una pieza mandada a hacer durante la presidencia de Ávila Camacho en 1934) para asegurarlo.
Cabe destacar que en la parte de arriba del edificio, los visitantes (nacionales y extranjeros) pueden visitar de manera gratuita el Salón de Cabildo del Palacio, un sitio muy importante que durante la lucha independista fue el lugar de reunión de diversos héroes que lucharon en 1810.
Este espacio es particularmente hermoso, ya que en el techo vive un mural enorme en el que se representa, a través de alegorías, toda la historia de la Ciudad de México. Esta obra la realizó un artista mexicano llamado Félix Parra en 1892.
Además de ser uno de los edificios más antiguos de la urbe, y la casa del gobierno capitalino, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento es el lugar ideal para que los ocasionales invitados ilustresreciban la codiciada llave de la Ciudad de México.
Foto destacada: Roberto Fedez
Robert Fernández Tamayo es uno de los fotógrafos mexicanos que más ha llamado la atención de diversas instituciones astronómicas, incluida la NASA, por sus impresionantes fotos de los astros y del espacio que se ve en el sureste mexicano. Sobre todo, llamó la atención, en 2020, por las fotografías que tomó del cometa C/200 F3 o Neowise en Cancún.
Dicha instantánea fue tomado en Puerto Juárez de Isla Mujeres, después de que estuvo esperado cinco días hasta que logró una colosal toma. También conocido como Robert Fedez, compartió la imagen en sus redes sociales y rápidamente se viralizó hasta el punto que llamó la atención de la NASA, quienes a su vez la compartieron a través de su página SKY.
Desde hace unos años, para Roberto Fedez ha sido un trabajo didáctico poder capturar diversos eventos astronómicos con una adaptación especial a su cámara fotográfica. Robert Fedez nació en Valladolid, Yucatán, y desde hace 28 años radica Quintana Roo. Es contador de profesión y ha ejercido puestos administrativos en algunos hoteles de la Riviera Maya.
Pero incursionó en la fotografía deportiva como un distractor, y poco a poco la afición se convirtió en pasión y luego en profesión, como parte de la Agencia Fotográfica Mexsport de la Ciudad de México. Aun así su curiosidad lo llevó más lejos, al tomar hermosos paisajes en Cancún y luego de las estrellas.
Así que muchas de las fotografías del paisaje del sureste mexicano, sobre todo las que tienen qué ver con eventos astronómicos, seguramente son propiedad de Roberto Fedez. Sobre todo, porque capturar tomas de objetos a 103 millones de kilómetros de distancia, sin un telescopio, no es nada fácil. De hecho, la foto que hizo “famoso” a Fedez, es a un objeto 400 veces más lejos que la luna. Otra de sus hermosas fotografías, es la de la Pirámide de Chichen Itzá con la Vía Láctea.
El próximo reto del astrofotógrafo mexicano es lograr una buena imagen del eclipse solar anular que será visible en una parte de la península de Yucatán el próximo 14 de octubre. Seguramente será la séptima ocasión que léeme la atención de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EU (NASA).
Esperamos que las siguientes fotografías nocturnas de Roberto Fedez sean un espectáculo visual enorme. Asimismo, Fedez se dedica a promover el ecoturismo y ayuda a realizar el taller “Río Lagartos Photo Fest”, el fotógrafo recordó cómo fue el proceso de la primera fotografía que le publicó la NASA, en 2019.
Enhorabuena por Robert Fedez, aquí te dejamos su red social para que puedas seguirlo y conocer más de su hermoso trabajo: Roberto Fedez
Foto destacada: Museo de Ciencias Ambientales
Aunque todavía no tiene fecha de inauguración, el Museo de Ciencias Ambientales es uno de los proyectos más grandes de todo el mundo. Es un proyecto de la Universidad de Guadalajara, que ha tenido que hacer un largo trayecto para ver la luz, que esperamos pronto se haga realidad.
La historia de este Museo se remonta al 2001 con un Fideicomiso del Centro Cultural Universitario para llevar a cabo la planeación formal del Museo. Fue hasta 2009 que se desarrollaron los conceptos para crear un museo que repensara la relación con la naturaleza en un mundo hipertecnológico.
Aunque la idea inicial era construir un museo de historia natural “moderno”, que combinara “lo vivo y el futuro”, poco a poco se fueron integrando diferentes tecnologías para convertirse en un imponente proyecto en Zapopan, Guadalajara.
El edificio del Museo de Ciencias Ambientales fue diseñado mediante un concurso internacional en el cual resultó ganador el despacho noruego – estadounidense Snøhetta. Los arquitectos se inspiraron en la arquitectura colonial del centro histórico de Guadalajara, pero reconocieron los límites que impone la naturaleza a la ciudad, evocando el proceso de erosión por agua que esculpió la Barranca del Río Santiago.
Es un lugar con 22,000 m2, diseñado conforme a los principios de “arquitectura verde” para minimizar el consumo de energía y agua, así como la emisión de gases efecto invernadero. De modo que la arquitectura de este museo es sostenible, respetuoso con los derechos de las personas y de su medio ambiente. Además, se aspira a lograr la certificación internacional LEED para edificaciones sustentables.
Es un museo que contará con 12 Jardines temáticos en la azotea (2,138 m2), 7 galerías de exhibiciones permanentes, que tendrá alrededor de 200 exhibiciones; además de 2 salas de exhibiciones temporales, 4 restaurantes/cafeterías, un auditorio para 250 personas, un Laboratorio de desarrollo comunitario y cuatro salones distribuidos para ser laboratorios y llevar a cabo talleres de ciencia para prácticas escolares.
Recientemente, este museo ha sido galardonado con el premio International Architecture & Design Awards en la categoría de “concepto de paisaje de herencia cultural”, que entrega la Architecture & Design Community (AD-C). También fue distinguido con el Premio internacional DNA Paris Design Awards, con sede en Francia, por su diseño paisajístico.
Los jardines serán conformados por paisajes del occidente mexicano, que estará integrado por una visión de derechos para el ingreso al conocimiento y estrategias de sostenibilidad, con una representación de lo comunal y local.
El director del museo será Eduardo Santana Castellón, de raíces cubano-portorriqueñas y formación en ecología y ornitología, que ya ha dicho en diversos espacios, que el museo tendrá un gran conocimiento científico, integrado con poesía moderna, la cultura ancestral y la incomprendida ciudad se encuentran en el mismo territorio.
Esta obra se encuentra con un avance de más de 80% en su estructura física, y abrirá sus puertas al público de forma gradual. Se espera que la apertura total coincida con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en noviembre de 2023, o que al menos se abra el Jardín Educativo. Mientras que la planta baja de la galería se inaugurará durante la FIL en 2024, y posteriormente las demás, de manera paulatina.
Para construir este destino, se han invertido 1,035 millones de pesos mexicanos, cerca de 60 millones de dólares; pero se espera que la inversión llegue a 100 millones de dólares. Se espera que sea un sitio que genera diálogos entre científicos, maestros, estudiantes, artistas, vecinos, un edificio inteligente, que incorpora la tecnología más innovadora para bajar su gasto energético, cuya organización se aleja de los museos tradicionales.
Dónde: Av. José Parres Arias 18, Rinconada de La Azalea, Industrial los Belenes, Zapopan, Jalisco.
Cuándo: Se espera que la 1era etapa abra en noviembre de 2023
Cuánto: sin dato
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