Los murales pintados por Diego Rivera en el Palacio Nacional de la Ciudad de México fueron un encargo del entonces titular de la Secretaría de Educación Pública, el humanista y escritor José Vasconcelos. Éstos suponen un documento histórico invaluable. Casi todos los que crecimos en la capital podemos recordar la primera vez que nos llevaron de visita escolar a Palacio Nacional y, como resultado, compartimos el mismo recuerdo: los impresionantes murales que envuelven el patio central del inmueble. Epopeya del pueblo Mexicano (título del conjunto de obras) se extiende a lo largo de 276 metros cuadrados y abarca varios siglos de la historia de México.
En la década de los 20 del siglo pasado el famoso muralista fue convocado por el encargado de la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos, para narrar la empresa del pueblo mexicano a través de su pintura. En aquel entonces una enorme parte de los mexicanos eran analfabetas, es por este motivo que el muralismo, además de ser una técnica pictórica en auge, era una herramienta didáctica para transmitir mensajes, por medio de trazos muy precisos, a quienes los observaban. El movimiento muralista fue esencial para unificar al país, ya que éste estaba recuperándose de la Revolución y, aunque es comúnmente considerado como una corriente artística, también se le puede considerar como una corriente política y social. Los artistas mexicanos mas representativos de este movimiento además de Diego Rivera fueron David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Las ideas socialistas sobre obreros y proletarios tan propias de la época fueron representadas por Rivera en su obra. Los murales de Palacio Nacional cuentan la historia de México desde la época prehispánica hasta las primeras dos décadas del siglo XX.
Para la creación de esta magnánima obra Rivera inició los trabajos hacía 1929, en el cubo de la escalera principal del Palacio donde resumió su concepción de la historia de México: en el ala norte de este cubo plasmó la cultura tolteca como una civilización majestuosa y representativa de la época clásica prehispánica. En la parte central se ubica un hombre blanco con barba a quien lo rodea su pueblo, él es el sacerdote Quetzalcóatl, quien enseñó a su pueblo artes, oficios y leyes justas. Al enfrentarse a varios problemas durante su reinado, éste se vio obligado a partir hacia el este, escena que se aprecia en la parte superior de este espacio. En la zona central Rivera plasmó un sol invertido y un volcán en erupción, de donde emerge el dios Quetzalcóatl en forma de serpiente emplumada, su significado en náhuatl.
En el mural también se puede ver al Tlatoani quien supervisa cada movimiento. Del otro lado hay comerciantes y un contingente comprando e intercambiando productos como plumas, animales y metales. Detrás de la multitud se encuentran templos y edificaciones propias de la antigua capital azteca, como el Templo Mayor. El corredor norte está reservado para distintas escenas de la vida cotidiana prehispánica. Encontramos, por ejemplo, el Mercado de Tlatelolco, con sus habituales transacciones a través del trueque.
Rivera fue ovacionado tras la creación de estos murales por la crítica, quien le celebró la precisión e inclusión de tantos elementos representativos, sin olvidar a la clase trabajadora. Esta obra en particular tiene la carga de la historia de México ya que, además de su evidente hermosura, contiene la historia visual de nuestra esencia y forma parte de nuestra identidad nacional.
El legado del científico, artista e inventor italiano Leonardo Da Vinci está más vivo que nunca. Su trabajo se ha presentado en infinitud de formatos, pero esta instalación es algo verdaderamente increíble. La exposición tendrá zonas de inmersión y de realidad virtual, además de reproducciones fidedignas de sus magníficos inventos.
La Da Vinci Experience, originada en Italia, ya ha dado la vuelta al mundo, y ahora es el turno de México. La sede será el Palacio de Autonomía, en el centro histórico de la CDMX. La muestra es llevada a cabo por la empresa italiana Crossmedia Group, con la curaduría de Roberta Barsanti, la directora del museo dedicado al genio toscano en su ciudad natal, Vinci. Los patrocinadores son la Embajada de Italia, el Instituto Italiano di Cultura y Grupo Enel.
Ahora bien, la instalación se divide en tres ambientes: zona de inmersión, zona de máquinas y zona de realidad virtual. Dichos ambientes muestran la mente y las creaciones de Da Vinci en todo su esplendor: sus ideas, sus bocetos, sus métodos y sus investigaciones.
En este espacio, adecuado de la mejor manera para lograr una experiencia envolvente, se proyectarán imágenes en el suelo y las paredes, a 360 grados. Su proyección será continua: en 25 minutos se cuenta una historia atrapante sobre la vida y obra de Leonardo. Además, cuenta con el acompañamiento de una banda sonora original, compuesta expresamente para este evento.
Aquí, podrás maravillarte con reproducciones en tamaño real de sus inventos, realizadas por artesanos italianos. Los diseños se complementarán con infografías e instalaciones de video.
En este espacio, la estrella es la tecnología. Podrás ingresar a algunos de los inventos del maestro e interactuar con ellos. En las diez estaciones inmersivas tendrás la oportunidad de navegar en el bote de remos, manejar el tanque y volar sobre la Florencia renacentista con el tornillo aéreo y el ornitóptero.
Cuándo: del 11 de diciembre al 16 de febrero; lunes a domingo de 10:00 a 19:00 horas.
Dónde: Palacio de la Autonomía, calle Primo Verdad #2, Centro Histórico.
Cuánto: entrada general $95.
Aquí otra exposición inmersiva de otro artista legendario: Van Gogh.
*Imagen destacada de: Crossmedia México
La exposición 20 Siglos de arte en México en el Museo Soumaya, hace un recuento de nuestra identidad nacional a través de diferentes etapas artísticas e históricas, desde Mesoamérica hasta las Vanguardias del siglo xx.
La muestra expone un total de 1,521 obras, que dan testimonio de lenguajes estéticos originales, así como de poemas visuales y tradicionales.
Por primera vez se presentan obras de Alfredo Ramos Martínez, Rufino Tamayo, Roberto Montenegro y Francisco Toledo, como homenaje a su reciente partida, se integran a la muestra 5 piezas que ahondan en la exploración técnica del maestro.
Esta exposición es un retrato pictórico del paisaje e historia de México, el cual resalta principalmente el Barroco, los documentos, la numismática, el paisaje, y los rostros y rasgos. La exposición, además, cuenta con videocélulas e información adicional sobre las obras y los núcleos temáticos.
Foto Forbes
Asimismo, la exposición cuenta con diversas actividades y talleres. Por ejemplo, hay juegos interactivos en cada sala, mediante los cuales el visitante podrá descubrir qué tanto sabe de la historia de México, a través de preguntas que le permitirán recorrer el país de norte a sur y de Mesoamérica a la época moderna.
También hay actividades para niños y grupos escolares, entre las que se encuentran “Una canción para México”, donde los menores de 6 a 12 años podrán recorrer la exposición con unas pistas que los invitarán a reflexionar sobre qué los hace sentir orgullosos de su país; o “Lotería de valores”, en la que los niños podrán conocer este juego tradicional mexicano con obras de la exposición asociadas a valores, hacer su propio tablero y disfrutarlo con sus compañeros de escuela y familia, apropiándose de ellas para incidir en su comunidad.
Foto Forbes
Esta gigantesca exposición de 1,521 piezas, es un testimonio de distintos lenguajes estéticos y tradiciones. Podemos encontrar desde vetustas monedas y billetes, textos originales -algunos incluso firmados con sangre- de sor Juana Inés de la Cruz, pasando por murales de David Alfaro Siqueiros o Diego Rivera, las distintas expresiones artísticas de la mexicanidad se abren en canal en 20 siglos de arte en México.
La exposición abarca época como el barroco, y temas como la comida, la maternidad, los retratos o la muerte. De las piezas exhibidas, un 25 % de ellas no se habían expuesto todavía. De las 1,521 piezas que resguarda el majestuoso y moderno museo, 122 son billetes y 681 son monedas, incluyendo centenarios de oro o columnarios.
Foto Forbes
Asimimo, las 1,521 piezas representan un número simbólico pues en el año 1521 es cuando finaliza la conquista de México por parte de los españoles y marca el nacimiento de la Nueva España, que siglos después se convertiría en el país que hoy es México.
Casi todas las obras pertenecen a la Fundación Carlos Slim, a excepción de dos murales: un paisaje del Dr. Alt y ‘La tierra como el agua y la industria nos pertenece’, de David Alfaro Siqueiros. La exposición ya se encuentra abierta al público, el cual podrá disfrutar de este recorrido de arte que nos presenta el desarrollo y evolución del país.
Dónde: Museo Soumaya
Dirección: Blvd. Miguel de Cervantes Saavedra, Granada, Miguel Hidalgo
Cuándo: martes a domingo de 10:30 a 18:30 horas.
Entrada libre
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Fotos Forbes
Todos los meses la CDMX le ofrece a los capitalinos una gran variedad de opciones cinematográficas para que los que aman sentarse en una butaca; esos seres que quieren testigos de una historia que no es la suya, encuentren su lugar en el mundo.
Ante tantas opciones en cartelera, siempre es recomendable ir más allá de lo comercial y buscar aquellas películas que están revolucionando el séptimo arte, y desafían a Hollywood con su impecable realización, con sus guiones y con su poderoso lenguaje cinematográfico.
En la Ciudad de México, para poder apreciar mejor el séptimo arte independiente como se debe, es recomendable visitar los cines y cineclubes especializados. Una serie de recintos encantadores que tienen el objetivo de enriquecer la cultura cinematográfica que hay en esta urbe y de cautivar la inteligencia del espectador a través de cintas innovadoras y genuinas.
Martin Scorsese, Estados Unidos, 2019, 209 mins.
Basada en una novela de Charles Brandt, El irlandés emerge como una épica historia que toma como referente uno de los grandes misterios sin resolver en la historia de Estados Unidos: la desaparición del sindicalista Jimmy Hoffa. Con un reparto que incluye a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, el filme es un viaje por los entresijos del crimen organizado, sobre la amistad y lealtad entre hombres que cometieron actos inenarrables y se enfrentaron a un mundo donde redimirse parece algo lejano.
Everardo González, México, 2015, 80 mins.
A través de sus historias, el director Everardo González explora la difícil situación que atraviesan quienes se dedican al ejercicio periodístico en nuestro país. El documental muestra la vida cotidiana de estos reporteros junto a sus familias mientras luchan por subsistir en un limbo migratorio.
Bolivia-Chile-Costa Rica, 2009, Dur.: 85 mins.
Tercer mundo enlaza relatos ocurridos en el altiplano boliviano, los lagos y volcanes costarricenses y los alrededores de la capital chilena; donde pese a evidentes diferencias, existen “alucinantes” similitudes que llegan a crear lazos místicos.
Bárbara Ochoa Castañeda, México, 2016, 80 min.
Bruno no se permite sentir placer. Martha, su madre, insiste en celebrar el cumpleaños de Esteban, su hijo mayor muerto dos años atrás. El regreso de Elisa, su primer amor, lo ayuda a enfrentar la culpa y abrirse a la posibilidad de disfrutarla vida nuevamente.
Bi Gan, China-Francia, 2019, 138 min.
El cine negro y el cine poético se dan cita en la historia de Luo Hongwu, quien luego de 12 años fuera, vuelve a su ciudad natal, Kaili, donde perdió el rastro de una hermosa mujer llamada Wan Qiwen.
Louis Garrel, Francia, 2019, 75 min.
Abel y Marianne parecen ser una pareja feliz, hasta que ella decide abandonarlo por Paul, su mejor amigo. Luego de ocho años, Abel sigue enamorado y está decidido a recuperar a Marianne, pero una joven llamada Eva se interpone en su camino y pondrá a prueba el amor entre los dos.
Francisco Laresgoiti, México, 2018, 70 min.
Yolanda emprende el viaje a la Ciudad de México a pesar de no saber leer ni escribir. El objetivo es cuidar al bebé recién nacido de Amanda, una mujer rica que está por hacer un largo viaje. El analfabetismo, más otras circunstancias, conducen a la muerte del bebé y Yolanda trata de ocultar este trágico evento enterrando al niño cerca de su ciudad natal.
Joyce García, México, 82 min.
Luces multicolor, cuerpos jadeantes y sudorosos, licras entalladas, tacones de Aventurera y una cumbia rebajada suena por las calles de los barrios populares de la Ciudad de México. Los llamados sonideros, comenzaron animando patios de vecindades para después convertirse en los ídolos del barrio, tradición que a partir del 2014 se ve amenazada por la prohibición del gobierno local.
Zita Erffa, México – Alemania, 93 min.
Esta película habla de dos personas muy cercanas, que después de mucho tiempo de no comunicarse intentan estar en contacto. Hace ocho años mi hermano László, de un día para otro, decidió hacerse Sacerdote con los Legionarios de Cristo. Era el tiempo más divertido del año, pero la orden nos parecía rara. Casi como una secta. Y nosotros sabíamos que no nos iban a pescar.
Chisco Laresgoiti, México, 72 min.
Yolanda viaja de su pobre ciudad en Michoacán a la caótica Ciudad de México para cuidar a un bebé recién nacido, desafiando a Juan, su esposo alcohólico y controlador. Amanda, una mujer rica y mimada, llama a su antigua niñera para que se siente en el trabajo. Yolanda acepta el desafío, aunque carece de las herramientas esenciales para tener éxito: leer y escribir. Amanda y Hans, su esposo, hacen un largo viaje, dejando a Yolanda y al bebé a la deriva.
La fachada de la Facultad de Medicina de la UNAM es una verdadera obra de arte: Francisco Eppens plasmó la cosmogonía indígena en su mural “La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos”. Este icono de la Facultad fue realizado en cerámica vidriada, imitando el estilo bizantino. Eppens lo terminó en 1952, y consideró que era su mejor obra.
Pero es mucho más que una instalación artística: está cargada de simbolismos, principalmente prehispánicos. Al centro de la monumental composición se aprecia una máscara trifásica (de tres fases). Este “rostro” es la representación del mestizaje, ya que su perfil izquierdo es una mujer originaria y su perfil derecho un hombre español; la parte central es un hijo mestizo, resultado de la unión de los dos anteriores.
El mural está enmarcado por una serpiente que muerde su cola, la cual representa la eternidad. Es una especie de oruóboros, un ciclo que representa la continuidad entre principio y fin. La vida es un ciclo que se perpetúa, no una sucesión de absolutos finitos. Además, dentro del simbolismo prehispánico, la serpiente es un símbolo de tierra y fertilidad.
La máscara tiene una corona de fuego, dentro de la cual hay dos manos que sostienen una semilla y al sol, respectivamente. La semilla es el origen, la raíz, mientras que el sol es el ser, o la fuerza, que da calor y vida. Además, el fuego (tetl), un elemento siempre cambiante, es la fuerza que permite la unión de contrarios y la renovación. Al fin y al cabo, puede ser tanto destructor como creador.
En los laterales del mural se encuentra el cielo nocturno (ilhuicatl o yohualli). Dentro de él se representan tres animales de suma importancia en la mitología mexica: la mariposa (papalotl), el zopilote real (cozcacuauhtli) y el águila (cuauhtli). Debajo de la máscara está la tierra (tlalli). Se aprecian plantas como el maguey, el cactus y el algodón. Además, una calavera devora una mazorca de maíz, a partir del cual se crearon los hombres. La representación de la muerte también es clave, ya que en la cosmogonía mexica no puede haber vida sin muerte. De hecho, la vida sale de la muerte. Antes de pasar a la existencia, todo ser mora en el Mictlán.
Finalmente está el agua (atl). Aquí está la cabeza de Tláloc, dios pluvial y acuático por excelencia. Se aprecian sus ojos serpentinos y sus fauces atigradas. Se encuentra rodeado por un ajolote, una rana, un caracol y un pez. Además, este mundo acuático está delimitado por nueve círculos de jade. En la numerología mexica, el nueve es un número que se vincula al inframundo. Como puedes ver, en el mural, así como en el mundo indígena, nada es gratuito. Todo está conectado con todo.
Date una vuelta por la Facultad de Medicina de la UNAM para ver este sobrecogedor mural: es la existencia y el ciclo vital pintados por las manos de un maestro.
Aquí más arquitectura mexicana que ha trascendido fronteras.
*Imagen destacada de: gaceta.facmed.unam.mx