Foto destacada: Lvlilia
. . .
Hay muchas historias de grandes personajes de la historia mexicana como la de Malintzin con Hernán Cortés, quien cambió su nombre a Marina, la de Don Benito y Margarita Juárez, 20 años mayor que su esposa con la que tuvo 12 hijos; o la del austríaco Maximiliano con su esposa Charlotte y una de las más populares la de una joven Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera.
Pero no hay nada como las leyendas de amor que hay en el país, y aquí te dejamos con algunas de las más emblemáticas.
Los dos de los volcanes más preciosos, el Popocatépetl e Iztaccíhuatl, no solo adornan la ciudad más grande del mundo sino que tienen una historia de amor formidable. La historia de estos volcanes milenarios ha trascendido siendo inspiración para las múltiples leyendas sobre su origen y creación.
Se dice que hace miles de años, el jefe de los tlaxcaltecas tenía una hija llamada Iztaccihuatl: la más hermosa de todas las princesas, que había profesado su amor por el joven Popocatépetl, uno de los hijos de su padre y el guerrero más guapo. Ambos se profesaban un profundo amor, por lo que antes de partir hacia la guerra, Popocatépetl le pidió al jefe la mano de la princesa Iztaccihuatl.
El padre accedió gustoso y prometió darle la bienvenida con una gran celebración para darle la mano de su hija si regresaba victorioso de la batalla. El valiente guerrero aceptó, preparó todo y partió guardando en su corazón la promesa de que la princesa lo estaría esperando para consumar su amor. Poco después, un rival amoroso de Popocatépetl, celoso del amor que se profesaban, le dijo a la princesa Iztaccíhuatl que su amado había muerto en combate.
Aplastada y abrumada por la tristeza, la princesa murió sin siquiera saber que era mentira. Popocatépetl regresó victorioso a su pueblo, esperando encontrar a su amada princesa. A su llegada, recibió la terrible noticia de la muerte de Iztaccihuatl.
El Rey Teniztli fue el tercero de una Dinastía Totonaca, una de sus esposas tuvo una niña que poseía una gran belleza, llamada Tzacopontziza consagrada al culto de la diosa Tonacayohua, encargada de cuidar la siembra y los alimentos, a la cual doce jóvenes eran las encargadas de rendirle tributo y eran consagradas a ella desde niñas.
Un día la joven salió del templo cuando se le apareció un joven de nombre Zkatan – oxga quine desde anterioridad había quedado muy enamorado de ella, y sabiendo que tal sacrilegio era condenado con la muerte por amar de Tzacopontziza, se la llevó camino a la montaña. Caminaron una pequeña distancia cuando paso un monstruo que les arrojó fuego haciéndolos retroceder, y sin dejar hablar a los jóvenes fueron degollados y sus cuerpos puestos en el adoratorio del templo donde les extrajeron los corazones y fueron tirados a una barranca.
En la zona donde fueron arrojados los corazones, las plantas y hierbas empezaron a secarse dando la impresión de haber sido esparcido con un maléfico influjo; tiempo más tarde comenzó a crecer un arbusto, el cual de manera milagrosa alcanzó un tamaño de varios palmos en solo unos días, además de haberse cubierto con un tupido follaje.
Los brotes llamaron la atención del pueblo, que junto con los sacerdotes concluyeron que la sangre de los jóvenes había sido transformada en el arbusto y la orquídea, asombrándose todavía más cuando las flores que habían nacido en ese lugar se convirtieron en delgadas y largas vainas, que al madurarse despedían un hermoso y penetrante aroma.
La orquídea fue declarada planta sagrada, convirtiéndose en objeto de culto y constituyéndose en los adoratorios totonacos como una ofrenda divina, de la sangre de la princesa nació “Xanath” la vainilla, (en totonaco es llamada flor recóndita) y en azteca “Tlilxóchitl” (flor negra).
La historia de la pasión y el amor en León Guanajuato es una que deja huella a través de las leyendas que forman nuestro folclore. La leyenda cuenta la historia de Carmen, una joven que era hija única de padre celoso y violento, que fue cortejada por Luis, un humilde minero, y cuando su padre descubrió esto: la encerró en su habitación y la amenazó con enviarla a un convento.
Una ventana de la casa de Carmen daba a un callejón estrecho, tan estrecho que desde esa ventana uno podía tocar la pared opuesta del callejón con la mano. Así fue como Carmen y Luis pudieron verse, a través de la ventana que daba al callejón; encendiendo su amor. Sin embargo, fueron descubiertos por el padre de la joven, quien, presa de la ira, agredió a su propia hija.
Carmen tomó la mano de Luis entre las suyas y se despidió con un beso. El callejón donde estaba la ventana de Carmen, por donde pudo encontrarse con su amado, tiene 68 centímetros de ancho y aún existe en Guanajuato. La tradición lo tiene cuando se visita: los amantes deben besarse en el tercer escalón para recibir 15 años de buena suerte, los amantes que no se besen en el tercer escalón tendrán 7 años de mala suerte. Un recordatorio para apreciar y luchar siempre por lo que amas.
En la laguna de San José Manialtepec, se cuenta la leyenda que en ese islote llamado Isla del gallo vivía un experto cazador de cocodrilos que paseaban por los manglares del área. El cazador tenía un gallo que le adoraba. Antes de irse de cacería, el gallo lo despedía con su canto y al regresar lo despedía con una escandalosa algarabía.
Un mal día el cazador perdió la batalla contra un fiero cocodrilo. El gallo se quedó esperando el regreso de su amo durante años, hasta que murió en el islote solo y hambriento. Los pescadores aseguran que cada Nochebuena a las 12 de la noche se oye al gallo cantar de forma desolada para llamar a su amo, quien jamás regresó de ese penoso encuentro con el cocodrilo que le arrancó la vida. Esta leyenda es el motivo de que ese islote reciba el nombre de la Isla del Gallo.
Matilde Cabrera era una joven pianista acostumbraba a entonar las más bellas melodías haciendo uso del piano de cola que poseía su familia. Eran muy tradicionalistas y pasaba buena parte de las tardes tocando música hermosa. Un día, en la iglesia, Matilde conoció a un muy joven apuesto joven quedó enamorado de ella.
Para seguir comunicarse ella tocaba el piano todas las tardes con un espejo colocado en la ventana, y así su amado pasaría y le haría gestos de amor.
Pero eso duró poco porque el ejército reclutó al joven. Sin previo aviso, partió a la guerra dejando triste a Matilde, que no dejó a un lado su amor tocando mientras esperaba a que el joven regresara. Siguió tocando todas las tardes el piano pero su amado jamás volvió… Su música se comenzó a volver cada vez más melancólica y con el paso del tiempo, los vecinos comenzaron a considerarla la loca del piano.
Xóchitl y Huitzilin fueron dos jóvenes aztecas que solían pasar su tiempo libre jugando juntos. Xóchitl era una niña delicada que disfrutaba de caminatas hasta la cima de una montaña en donde recolectaban flores par Tonatiuh, quien apreciaba la ofrenda y sonreía desde el cielo con sus rayos.
Pero cuando estalló la guerra los amantes se separaron mientras Huitzilin se dirigía a luchar y murió. Así que Xóchitl decidió caminar una última vez hasta la cima de la montaña e implorar al dios Tonatiuh, que de alguna manera los volviera a unir. El sol movido por sus oraciones arrojó un rayo que tocó la mejilla de la joven quine al instante se convirtió en una hermosa flor de colores ardientes tan intensos como los rayos del sol. Así fue como nació el cempasúchil.
Foto destacada: @Santiago_Arau
Es bastante posible que hayas escuchado decir que el famoso cruce peatonal más transitado del mundo se encuentra en Shibuya, Japón, y que por este destino atraviesan cerca de 1 millón de personas a diario, con una media de 3.000 peatones cada 47 segundos que permanece abierto.
El cruce de Shibuya se encuentra justo en la salida de la estación de Shibuya, conocida también como «estación Hachikō». Para muchos es un punto referencial en toda visita a Japón, ya que este cruce peatonal representa toda una experiencia de la vida contemporánea en dicho país, además de que, hay qué decirlo, provoca muchos sentimientos sorprendentes.
Es posible ver este lugar en millones de fotos en redes sociales, en muchas cintas e incluso en animes, porque se considera una expresión del nuevo Tokio que encaja a la perfección para definir el cruce y la ciudad usando un símil corporal y humano. Además, coincide con la esencia del barrio de Shibuya, muy relacionado con la juventud y la moda de Tokio.
Además de ser el lugar más transitado del mundo, es un espectáculo y una atracción turística en sí misma. Hay más personas cruzando esta avenida que multitudes en el Time Square de Nueva York, junto con el fluir de la gran masa de personas, es su mayor reclamo turístico.
Si visitas Shibuya, se dice que el Starbucks es la opción más popular para grabar este cruce. El Starbucks está situado justo después de pasar el cruce viniendo desde la estación. Para subir a la primera planta, tendrás que hacerlo mediante unas estrechas escaleras mecánicas que hay en el interior del Starbuck.
¿Shibuya a la mexicana?
¿Sabías que…? El cruce peatonal de Eje Central y Madero es de los más transitados en México.🇲🇽💯 pic.twitter.com/C0ijAvAMqP
— RED Planners (@RedPlanners) February 20, 2023
En la CDMX, también hay un par de lugares inspirados en Shibuya. El primero de ellos es, sin duda, el paso que está en la calle de Madero, debajo de la Torre Latino, que te dirige a la Alameda atravesando eje central y de telón de fondo se encuentra el hermoso Palacio de Bellas Artes.
Claro que este cruce no se compara con nada a la cantidad de personas que pasaje en Japón, ya que en este punto en Eje Central y Madero cruzan aproximadamente 9 mil personas y mil 200 autos por hora, lo que da un total de 300 mil individuos en el transcurso del día, pero también tiene su gran encanto.
Aquí se instauró el Cruce latino, que puso a prueba un diseño es similar al que se ubica en el barrio tokiota de Shibuya. Tras comprobar sus ventajas, esta medida se puso en marcha en ciudades como Kansas City, en Estados Unidos y Vancouver, en Canadá, así como en Santiago de Chile; pero solo fue una prueba piloto en la CMDX.
No obstante, si en lugar de ir hacia el Palacio de Bellas Artes, tomas dirección hacia el sur sobre Eje Central, encontrarás la Friki Plaza: el mejor destino para encontrar todo lo relacionado sobre la cultura asiática. Algunos le llaman la “Akihabara de México”, que a pesar de no compararse, ni de cerca, a todas las tiendas que hay en Japón, es un buen acercamiento lúdico para conocer y comprar anime, mangas, cartas, comida y videojuegos.
El otro punto que podrás encontrar en México, inspirado en el famoso cruce de Shibuya, es la diagonal en forma de “x” en la intersección de Venustiano Carranza y José María Pino Suárez, a un costado de la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Centro Histórico.
Es una intervención que funciona unos minutos en donde todos los semáforos marcarán el alto para los vehículos, lo que permitirá que la gente cruce la calle de la forma tradicional o en diagonal, como se hace en algunos puntos de Japón.
Es el primer cruce en diagonal de la Ciudad de México, que no es como el cruce latino de Eje Central, el paso de cebra que permitía a los peatones cruzar la calle en diagonal, mientras todos los semáforos vehiculares, sin importar su dirección, se encontraban en rojo.
Fotos: Santiago López
Hoy en día lo conocemos como Parque Nacional Cerro de la Estrella, en donde hay un museo de sitio que documenta ceremonias antiguas; porque justo, en épocas pasadas fue una zona ritual que tenía unas misteriosas pirámides. De hecho, el cerro todavía recibe a decenas de miles de peregrinos, espectadores y artistas en esta zona arqueológica.
Mucho más tiempo atrás, fue un volcán al que se le rendía tributo. Hoy en día, este parque tienen jardines para polinizadores, cactus y agave, así como un parque infantil, área para hacer ejercicio y un sendero para trotar. Se restauró un sendero hacia la pirámide, y tiene un mirador y área de observación.
Para muchas personas, el Cerro de la estrella sigue siendo el lugar más místico de Iztapalapa, debido a su gran importancia histórica y arqueológica. La civilización que vivió aquí, fundó Culhuacán en el año 600 a. e. c., también es un sitio geológico de muchos millones de años, un símbolo actual y una pieza vital para todo Iztapalapa.
Se le denominó Huizachtepetl y cada 52 años se realizaba la ceremonia del Fuego Nuevo o atadura de años (xiuhmolpilli), con el fin de regenerar el tiempo y al Sol. Las primeras investigaciones arqueológicas se llevaron a cabo de 1974 a 1975, arrojando la existencia de una cista construida con cráneos alineados como piedras, junto con restos de infantes con indicios de que fueron consumidos ritualmente.
De hecho, también fue hallada una caja de barro cocido que contenía una cabeza de Xipe Totec, el Dios de los desollados. Es otro indicio de que este sitio arqueológico, alguna vez fue un destino donde se practicaban diferentes rituales por lo que se le considera que tiene una increíble carga mística; incluyendo la fascinante representación la Semana Santa y la llamada “cueva del diablo”.
La ceremonia de fuego nuevo en el Huixachtécatl (Cerro de la Estrella) se realiza anualmente, pero el fuego nuevo sólo puede realizarse cada 52 años; porque en la antigüedad se pensaba que el fuego nuevo debe surgir porque sólo entonces podría salir de nuevo el Sol; un fuego nuevo es un ciclo nuevo.
Las comunidades que vivieron aquí, llevaban a cabo esta ceremonia con un sacrificio humano, de cuyo pecho surgía el fuego nuevo; una vez que se entregaba el corazón como ofrenda a los dioses, se encendían cuatro atados de carrizo con 52 varas. Los cuatro sacerdotes (puntos cardinales) bajaban el fuego del cerro y lo empezaba a repartir por los calmécac y los templos; después todas las gentes podían ir por la flama para encender las hogueras de sus casas y así es como se volvía a iluminar la Cuenca.
Hoy en día, la festividad del fuego sagrado que se realiza cada 19 de noviembre, para que en 2027 sean más personas las que puedan unificarse en el encendido del próximo fuego nuevo. Por supuesto, no hay rituales como en el pasado prehispánico. Aún así, esto hace que el Cerro de la estrella siga siendo un destino místico en Iztapalapa.
Dónde: Parque Nacional Cerro de la Estrella s/n. Col. Ampl. Veracruzana, Iztapalapa.
Cuándo: todo el año. El Ritual del Fuego Nuevo, se lleva a cabo el 19 de noviembre
Entrada libre
Hemos detectado que está utilizando extensiones para bloquear anuncios. Ayúdenos deshabilitando estas extensiones o software de Adblock.