Foto destacada: Corazón de Puebla
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Hernán Cortés salió de Veracruz hacia Tenochtitlan cruzando por la Sierra Norte de Puebla hasta Tlaxcala. Ahí observó las casas de Ixtacamaxtitlán y sus murallas asentándose en ese municipio un par de días para dialogar y hacer una alianza.
Cortés recibió regalos por parte de los habitantes y bastimentos para continuar el camino con su ejército, algunos se unieron en su marcha hacia Tenochtitlan; para cuando salieron de Puebla, el número de indígenas que lo acompañaba ya duplicaba al de los españoles.
Ixtacamaxtitlán es un sitio extraordinario, una fortaleza, una población en la cima de un cerro muy alto con casas brillantes porque estaban encaladas, en donde los indígenas hacían sus casas. Cortés se quedó en la que ahora es la cabecera municipal, San Francisco Ixtacamaxtitlán esperando a la embajada del pueblo que en seguida le ofreció un ave como regalo. Algunos indígenas se unieron a las huestes que ya venían con indígenas de Zempoala y avanzar hacia Tlaxcala… este sitio histórico.
El exconvento de San Francisco Ixtacamaxtitlán se encuentra sobre un risco a 300 metros de altura, en medio del terreno semidesértico, siendo uno de los puntos religiosos y turísticos más importantes del municipio. Este sitio no solo tiene paisajes muy contrastantes de la orografía poblana, además de ser un lugar histórico.
Esta iglesia tiene el estilo arquitectónico del tiempo de la conquista, y la doble águila austriaca que, según algunos cronistas e historiadores locales, hacía alusión al príncipe Maximiliano, que gobernó México como emperador.
Las pinturas que adornan las paredes resaltan el estilo barroco, así como el resto de los ornamentos religiosos al interior de esta iglesia, que se terminó de construir alrededor del año 1622. Tradicionalmente, sus puertas están abiertas solamente el 5 de octubre, cuando a esta iglesia le llega su fiesta.
Algunos pobladores señalan que quizás es una forma de resguardar las antiguas tradiciones, las que se veneraban antes de la conquista, porque está ubicada en un cerro sagrado dedicado, entre otros, a la caza, la guerra, la esperanza y el fuego.
Esta iglesia fue el centro religioso más importante del municipio. Entre los siglos XVII y XVIII se hizo una misión especial de la orden de los franciscanos, por lo que se abrió una especie de convento para esta orden religiosa que llevaba su mensaje evangelizador por la zona centro y norte del país.
Acompañado de una pequeña plaza y un centro deportivo en sus faldas, la iglesia presume de haber sido construida en un sitio de relevancia en épocas prehispánicas; un lugar clave para la vigilancia de todos los valles aledaños. Se cree que en la antigüedad este cerro era punto de observación y protección de los grandes aposentos del señorío de Ixcamaxtitlán, ubicado justo enfrente, en el cerro de Acolhua.
Esta iglesia celebra su fiesta el 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, recordando a los fundadores franciscanos, y durante ese día los festejos incluyen fuegos artificiales, puestos de comida tradicional en la plaza y torneo de básquetbol. San Francisquito es un punto obligado de interés para todos los visitantes permitiendo un momentáneo viaje en el tiempo cuando los indígenas prehispánicos vigilaban las tierras, los cerros y los cielos de esta hermosa región.
Esta iglesia ha permanecido intacta por más de 400 años, soportando terremotos y los fuertes vientos de las alturas. Muy cerca se encuentra un gran maizal que esconde el famoso puente enterrado.
Dónde: Plaza de la Constitución 1, San Francisco Ixtacamaxtitlan, Pue.
Cuando: todo el año. 04 de octubre es la fiesta patronal
Entrada libre
Dentro de esta localidad poblana es común escuchar leyendas, que han pasado de generación en generación, sobre la existencia de un templo prehispánico o teocalli, el cual ocupó la cima del cerro San Miguel antes de la llegada de los españoles, y de la construcción de la actual capilla consagrada al conocido arcángel.
Hasta la fecha, no se habían realizado exploraciones arqueológicas que demostraran o refutaran dicha creencia; no obstante, en recientes trabajos de salvamento arqueológico, realizados por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se hallaron vestigios que confirman, en este caso, la veracidad de dichas leyendas.
Desarrollado en el marco de las obras que la Secretaría de Infraestructura del Gobierno de Puebla y el Ayuntamiento de Atlixco emprenden para renovar la iluminación de la capilla de San Miguel Arcángel y rehabilitar los andadores y miradores del cerro homónimo, el citado proyecto del Centro INAH Puebla indagó en el atrio del inmueble católico, entre julio y agosto de 2023.
Ahí, un equipo de trabajadores, coordinado por los arqueólogos del INAH, Miguel Medina Jaen y Carlos Cedillo Ortega, con la colaboración de la arqueóloga Elvia Cristina Sánchez de la Barquera, emprendió una serie de sondeos al interior y exterior del atrio, con los cuales se localizaron capas gruesas de rellenos constructivos, hechos con tierra y piedras.
De acuerdo con los especialistas, estos rellenos fueron un esfuerzo de los pobladores del antiguo señorío de Cuauhquechollan –nombre nahua de Atlixco, el cual significa “el lugar del águila del plumaje precioso”– para nivelar la cima rocosa de este monte de origen volcánico, el cual tiene una peculiar forma piramidal.
En dichos rellenos se recuperaron fragmentos de vasijas de barro, así como herramientas y ornamentos de piedra, cuya antigüedad, en general, abarca el primer milenio de nuestra era, es decir, corresponden del periodo Preclásico Tardío al Posclásico Temprano mesoamericanos.
Ante estas evidencias, se programó un pozo más, a excavarse en el atrio de la iglesia, con el objetivo de verificar la existencia de algún piso o de restos del templo que habría sido construido en la cima del cerro en la época prehispánica.
Realizado al norte de la capilla, dicho pozo permitió ubicar, a escasos 25 centímetros bajo el nivel actual del atrio, restos de un piso de cal y arena, de origen prehispánico, delimitado por un muro de piedras pegadas con lodo.
Además, 90 centímetros debajo de ese muro de piedras –deteriorado por el paso del tiempo y la construcción de la propia capilla virreinal–, se halló un segundo piso, el cual permite a los arqueólogos afirmar que sí existió un teocalli en la cumbre del cerro San Miguel, y que este tuvo, al menos, dos etapas constructivas.
En este momento, no es posible determinar a qué divinidad pudo estar asociado el templo, puesto que los arqueólogos señalan que fuentes históricas, como la Monarquía Indiana, de fray Juan de Torquemada, y la tradición oral de Atlixco, refieren que las deidades a las que se le rendía culto pudieron ser Quetzalcóatl (creador y civilizador de la humanidad), Tláloc (dador de lluvia) o Macuilxóchitl (uno de los patrones del juego, la danza, el placer y las fiestas).
Probablemente, concluyen los expertos, otros segmentos del teocalli y mayores pistas para aclarar cuál era su deidad titular aún yacen bajo la capilla virreinal de San Miguel Arcángel. Aún con este halo de misterio, la confirmación arqueológica de aquella antigua creencia popular de más de 400 años, ayudará a fortalecer la identidad de las y los atlixquenses.
Foto destacada: Goodfon
Con el fin de hablar de sostenibilidad, programas ecológicos, tiendas de cero residuos y grupos defensores del medio ambiente, una popular revista de destinos culturales se ha dado a la tarea, desde hace varios años, de hacer la encuesta de las ciudades más geniales para visitar.
Se han destacado los negocios y lugares de interés de cada barrio, donde hay lugares exóticos, algunos otros son los mismos sitios de siempre, pero sobre todo ciudades llenas de “sabor, autenticidad, excelencia y un ingrediente secreto”.
En otros años, Jalatlaco en Oaxaca había ingresado a la lista en el puesto 17, por ser un barrio con calles empedradas, casas coloridas y arte callejero; además de su celebración de Día de Muertos. Otra vez fue la colonia Juárez de la CDMX en el puesto 19 y así en las últimas listas.
Para clasificar los barrios se tomaron en diversos aspectos como la comida, bebida, vida nocturna, cultura, espíritu de la comunidad, resiliencia y sostenibilidad. Mediante estas características y encuestas a habitantes y expertos, se definieron los lugares. Para definir las ciudades se lleva a cabo una encuesta a cerca de 27.000 personas que viven en ciudades de todo el mundo.
Como cada año, la revista Time Out presentó la lista de “Los 49 barrios más geniales del mundo 2023”, entre los cuales destacó la aparición de dos lugares ubicados en nuestro país.
El Centro Histórico de la CDMX se encuentra en la lista por la diversidad cultural que se reinterpretó y actualizó ofreciendo una oferta virtual. Los museos, por ejemplo, lanzaron el Contigo en la Distancia: una página donde compartieron recorridos de realidad virtual, juegos de mesa imprimibles, videos de charlas y conciertos pasados.
El zócalo de la ciudad siempre ha sido muy transitado, sobre todo sitios como la Alameda Central, el Zócalo y la calle Madero suelen ser lugares bien concurridos; en donde puedes comer unos deliciosos y jugosos tacos al pastor como los que se venden en el Huequito.
El zócalo es un sitio que se camina, en donde se conoce gente y un sitio para que la gente vaya a comer algo delicioso y tradicional o beber todo el día en una cantina. Además, es el punto neurálgico para organizar recorridos y marchas, y un sitio abierto para los bares LGBTQ+ que se encuentra a unas calles de un museo y de un centro cultural.
Además hay sitio para las zonas arqueológicas, para desayunos tradicionales y modernos como los del mercado de Plaza Garibaldi, desde pozole hasta quesadillas, aquí encontrarás lo mejor de la cocina mexicana. En el Centro Histórico, todos los días son de fiesta.
En la posición número 42 se encuentra el Centro de Oaxaca. Y bueno, es que el corazón de Oaxaca está lleno de artistas, chefs increíbles, el mercado de artesanías y galerías en cada calle. Aunque se describió como “Montañas, mezcal y memelas”, Oaxaca es mucho más.
Nørrebro en Copenhague, quien está en el número 1 ya que es una ciudad multicultural con una altísima presencia de inmigrantes, especialmente procedentes de países musulmanes. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una zona prohibida para los daneses, que también viven en ella de un modo completamente normal.
La gente de Nørrebro se caracteriza por ser abierta y tolerante, ya que convive con muchas otras personas de diferentes lenguas, credos y procedencias. Es normal encontrar carteles escritos en danés, árabe o en inglés y en sus tiendas se pueden encontrar toda clase de productos.
Andersonville, en Chicago, con una gran escena LGBTQ+ y sus espacios verdes, ocupó el segundo lugar y Jongno 3-ga, en Seúl, Corea del Sur, obtuvo el tercer lugar. Leith, en Edimburgo, y Vilnius, en Lituania completan los 5 primeros lugares.
Nørrebro, Copenhague, Dinamarca
Andersonville, Chicago, Estados Unidos
Jongno 3-ga, Seúl, Corea del Sur
Leith, Edimburgo, Escocia
Distrito de la Estación, Vilnius, Lituania
Chelsea, Nueva York, Estados Unidos
Distrito XI, Budapest, Hungría
Ngor, Dakar, Senegal
Sai Kung, Hong Kong
Richmond, Melbourne, Australia
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