Fotos: Casa Estudio Luis Barragán
Fuera de lugar es una iniciativa que surge de la idea de llevar un espacio privado a un espacio público. Estos arquitectos, eligieron sacar de lo privado un espacio de la Casa Barragán y todo el aura que tiene dentro de la arquitectura universal y como referente de la arquitectura mexicana, y re significarlo en lo público.
De hecho, esta residencia privada es la única en México que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta iniciativa fue ganadora del Concurso Arquine No. 25. y se trata de un equipo conformado por los arquitectos Álvaro Morales Reyes, Manuel Alemán Rocha y Rubén Bermúdez Martínez, decidió sacar de contexto la terraza de la Casa-Taller de Luis Barragán y reproducirla en un espacio público.
Este proyecto pone en cuestionamiento la preservación “intocable” del patrimonio, así que es una forma de descontextualizar y desacralizar la terraza de la Casa Barragán; un espacio pulcro, en el que te cobran por entrar, no puedes hacer ruido, únicamente pueden acceder mayores de 12 años y un sinfín de reglas para acceder a este espacio.
De este modo, ese espacio “sacro” saldrá a lo público a través de una pieza que será reproducida en la Alameda Central, poniéndola en un espacio público al alcance de más personas en el marco del Pabellón Mextrópoli 2023.
Al insertar este proyecto en el contexto del Centro Histórico, el equipo también busca obtener nuevas lecturas de los perfiles de la terraza: “Vamos a tener un nuevo contexto que hará diálogo con algunos de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México —como la Torre Latinoamericana o el Palacio de Bellas Artes—, además de poder explorar nuevas sombras, resultado del juego entre los alzados, fachadas y la arbolada de la Alameda”.
La terraza será recreada en su tamaño original y la propuesta del equipo, cuenta Álvaro Morales para el periódico Excélsior, comprende tres etapas durante la estadía del espacio reconstruido en la Alameda: “La primera, mantenerla como la etapa blanca, que fue la primera versión que se conoce; hubo otras modificaciones a la terraza hablando de espacio y volumetría, pero nosotros nos quedamos con la primera. Después (presentaremos) la etapa actual que se conoce, la de color”.
En la última etapa el equipo busca desacralizar la terraza de la Casa Barragán a partir de un acto de vandalización que será documentado en un registro fotográfico. De este modo, la gente podrá interactuar con un espacio en su “contexto original” y posiblemente se tendrán nuevas lecturas.
Mextrópoli 2023 será del 22 al 25 de septiembre.
Foto destacada: Animal Gourmet
Es difícil no ponerse sentimental cuando se habla de las carnitas, la cúspide del cerdo, la versión más perfecta, práctica y eficaz para aprovechar todas las partes del producto para hacer que este platillo se derrita en la boca con una explosión de sabor intenso, grasoso y perfecto.
Las carnitas, de hecho, fueron elegidas como el mejor platillo con cerdo del mundo, según la guía de viaje Taste Atlas. Y es en realidad es una combinación y un sabor perfecto. Como sabemos que estás aquí porque eres amante de este platillo, te vamos a recomendar los lugares que debes visitar en la CDMX para comer carnitas.
Esta taquería es una de las más visitas, porque para muchos son las mejores carnitas de la CDMX. Es un lugar bastante grande y concurrido todos los días a cualquier hora y aunque ofrece tacos de todo, las carnitas son la joya de la corona. Además, tiene una barra de complementos para ponerle de todo y acompañar tus tacos.
Dónde: Clavijero 226, Col. Tránsito
Cuándo: lun-dom: 10:00-18:00
Las Carnitas Zacapu son emblemáticas del barrio de la Lagunilla, y uno de los destinos favoritos de los foodies, ya que las carnitas se sirven con tortillas hechas a mano y puedes probar la famosa achilatada es decir, la pedacería que queda al fondo del cazo, una delicia porque ahí es donde se concentra el sabor de la carne. Otra de las cosas recomendables es la salsa, solo hay roja, pero con un poderoso picor, elaborada a base de chile de árbol, cilantro y tomate en crudo.
Dónde: Callejón Vaquitas #34, barrio Lagunilla, alcaldía Cuauhtémoc.
Cuándo: miercoles a lunes de 10:00 a 17:00
La Flor de Michoacán que está por llegar a los 40 años de tradición en la CMDX, ofrece las auténticas carnitas estilo Michoacán. aquí puedes disfrutar de unos buenos tacos de maciza, surtida para comer en el lugar o para llevar por kilo. Además cuentan con platillos adicionales como chamorros, quesadillas de sesos y chicharrón.
Dónde: Emilio Carranza #313, Col. San Andrés Tetepilco, Iztapalapa, CDMX.
Cuándo: lunes a domingo de 08:00 a 17:00
Aunque muchas personas están inconformes con el alza de precio que tuvo este lugar, otros la siguen llamando “el templo de las carnitas”. Es un destino único con muchos años de tradición con la receta de la familia Zapién de Zacapu, Michoacán. El taco de pancita es supremo, pero en general, las carnitas aquí son de otro mundo.
Dónde: Av. José Martí 142, Escandón
Cuándo: miércoles a lunes de 09:30 a 16:00
Tacos, gorditas, quesadillas de sesos, chicharrón crujiente y otros antojitos que puedes probar está en Los Luises. Además, de las tortillas hechas a mano Los Luises son una gran muestra de la gastronomía michoacana, tanto así que tiene una admirable trayectoria de 50 años; lo encontrarás en la calle Castilla, número 344, Colonia Postal, Benito Juárez, Ciudad de México.
Dónde: Castilla 344, Postal, Benito Juárez, CDMX.
Cuándo: lunes a domingo de 10:00 a 17:00
Foto destacada: Chapultepec org
En el Bosque de Chapultepec también es posible encontrar algunos vestigios arqueológicos que fueron habitados por grupos de agricultores atraídos por las características naturales del lugar. Además, fue considerado un espacio sagrado y en su cima se construyó un adoratorio dedicado a los dioses celestes, mientras que en la parte baja de la ladera sur se creía que habitaba Tlaloc, dios del agua.
De los vestigios culturales que podemos visitar en el cerro del Chapulín, se encuentra una cueva que los toltecas y Mexicas consideraron lugar sagrado y la llamaban Cincalco, que significa en lengua náhuatl “casa de mazorcas”.
La Cueva de Cincalco se encuentra en el Audiorama, donde por cierto puedes escuchar música, tomar un libro prestado o ver un cielo enmarcado por distintos tonos verdes. Este lugar escondido fue, para los ancestros, una puerta, túnel y entrada al inframundo. Un portal de dimensiones místicas donde, con una veladora prendida todo el tiempo, se ofrece luz a los espíritus.
Esta cueva, a un costado de los restos de un ahuehuete, conocido como “El Sargento” -bautizado así por miembros del antiguo Colegio Militar; también aparece en el Códice Florentino, el registro más antiguo que se tiene sobre el lugar, lo describe como un sitio donde todas las almas iban al perder su vida terrenal.
Quienes se adentraban en la caverna se encontraban con el Mictlán, un paraíso lleno de cascadas y manantiales custodiado con Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, dioses de la muerte. Sin embargo, para llegar al final y conseguir el descanso eterno, primero debían pasar por 9 regiones llenas de retos.
La leyenda de este sitio, es que también fue una cueva que tenía acceso al Tlalocan, el paraíso del dios del agua, Tláloc. Este sitio es descrito como carente de sufrimiento, donde abundaba la belleza, el maíz y las aves de plumas preciosas que se posaban para cantar en pirámides de jade.
La importancia del Tlalocan es que los pobladores creían que de ahí venía toda el agua benéfica y necesaria para la tierra de los mortales y, por ello, es que Chapultepec era un lugar lleno de vida. De hecho, cuando los arqueólogos exploraron la zona, encontraron una escultura de Tláloc por lo que, piensan que en ese sitio también hubo un altar de adoración para el dios.
Asimismo, se hace referencia al mito de Huémac, el último gobernante tolteca, quien era un aficionado a los juegos de pelota, y quien hizo una apuesta con los tlaloques, sacerdotes de Tláloc. Huémac ganó y esperaba como recompensa tesoros como jade y plumas de quetzal. Sin embargo, los sacerdotes le otorgaron mazorcas por considerarlas más valiosas. Pero Huémac no las aceptó. Los tlaloques ofendidos por ello le dijeron que, como castigo, su pueblo sufriría 4 años de sequía.
Al final de la sequía, Huémac se reencontró con los sacerdotes y comprendió el valor que tenía el maíz. Se dice que el gobernante, avergonzado, entró a la cueva y ahí mismo se quitó la vida para viajar al Mictlán, el lugar del descanso eterno.
Hoy en día, deseas visitar este espacio podrás puedes relajarte, contemplar la naturaleza, leer, meditar y escuchar música con tranquilidad.
Dónde:Primera Sección del Bosque de Chapultepec; Calzada del Rey, acceso “Las Flores”, a un costado de la Tribuna Monumental.
Cuándo: de martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas.
Entrada libre
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