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Consejos para convertirte en un profesional en el arte de ordenar comida callejera

Entre los consejos imprescindibles para viajar por México o para vivir aquí, siempre es bueno saber cómo se debe actuar y hablar cuando se está enfrente de un taquero, un vendedor de tamales o de la señora de las quesadillas si lo que se quiere lograr es comer rico y rápido en un sitio como la Ciudad de México. Dependiendo del lugar en el que se esté, será la manera en la que uno se tendrá que desenvolver bajo artimañas profesionales. Por ello es que siempre es bueno contar con algunos consejos para salir bien librado (y despachado) de la mejor forma posible a la hora de la comida. 

Lo primero que hay que saber es que, si se llega a un puesto instalado en la calle, sin importar lo que sirvan ahí, hay que ir dispuesto a estar en medio de varias personas (muchas); se puede estar sentado pero seguramente se estará parado en la mayoría de los casos. Habrá gente pasando y tal vez algunos empujones.

Si bien es cierto, nuestra capital goza de varios méritos en cuanto a calidad de puestos de comida refiere. Así que parado, sentado o con empujones, nada impide que logremos degustar un delicioso manjar callejero.

 

 

En los tacos

México es el paraíso de los tacos y la CDMX es ideal para probarlos en cualquiera de sus deliciosas variedades. Hay tacos para diversos gustos y presupuestos, pero los más recomendables siempre serán los que no pertenezcan a una gran franquicia o que se sirvan en lugares demasiado ostentosos, pues al final, el taco callejero siempre será el de mejor sazón. 

¿Qué hay que saber antes de comer tacos? Están los de carnitas -siendo los de maciza los más ricos-, los de bistec que también pueden ser campechanos y llevar longaniza, los de guisado con una gran variedad y siempre acompañados de arroz sin importar de lo que sean -los de arroz con huevo cocido resultan deliciosos-, los de suadero y tripa que son más ricos mientras más dorada esté la carne, los de cabeza con una buena variedad entre la cual sobresale la maciza nuevamente y los de pastor que saben mejor acompañados con piña. 

Si se está en medio de mucha gente, hay que estar atento para que el taquero lo atienda a uno, hay que hablarme firme y casi mirarlo directamente a los ojos o se distrae para atender a alguien más justo cuando por fin ya te tocaba. Por alguna extraña razón casi todos los taqueros responden cuando uno se refiere a ellos con palabras como "compa", "paisa", "güero" o "cuñado" y la frase ganadora para pedir es "échame (número de tacos) de (ingrediente)", por ejemplo: "paisa, échame dos de suadero".

 

Tamales

Al ir caminando por las calles de la Ciudad de México es fácil encontrar un puesto en una banqueta o a un señor recorriendo la zona en un carrito, en ambos casos se notará la presencia de una o dos ollas de buen tamaño. Encontrar a un tamalero o una tamalera es lo mejor que le puede pasar a uno para comenzar bien las mañanas, los tamales pueden comerse solos o si se desea comer más hay que pedirlo en torta, lo que significa comer el tamal en medio de un bolillo o una telera.

Los tamales más tradicionales son los verdes, que pican mucho o poco dependiendo de quién los prepare; los de mole, de rajas que casi siempre también llevan queso y de dulce que pueden ser los más comunes de fresa, piña, guayaba u otra variedad. Un buen consejo para comer tamales es acompañarlos de un rico atole, mismo que seguramente también venderá el tamalero. Para lograr con satisfacción adquirir un tamal es indispensable estar al tanto de las horas en las que se escuche la mítica grabación que dice “tamales, tamales….hay tamales” o en su caso, si son estilo oaxaqueño: “acérquese y pida sus ricos tamales oaxaqueños…”. Una vez ubicada la hora se debe estar preparado para salir rápidamente ya que el tamalero no espera a nadie.

 

Birria, pancita y consomé de barbacoa

Si se quiere algo caldoso, calientito y delicioso lo recomendable es pedir un buen plato de birria, consomé de barbacoa o pancita, de preferencia en un establecimiento o puesto que se especialice en la preparación de cualquiera de los tres. También es bueno saber que estos platillos resultan excelentes opciones cuando se amanece con resaca luego de una noche de fiesta con muchos tragos.

Tanto la birria como la pancita y el consomé de barbacoa saben mejor con limón y su cebollita, además de unas tortillas calientitas y que de preferencia estén recién hechas. En los casos de la birria y del consomé, también se pueden pedir tacos aparte. Si se come birria, hay tacos de birria y pueden ser de surtida o de maciza, si se pide consomé serán tacos de barbacoa o de pancita. Se sigue el mismo método de cualquier taquería: “dos de pancita, por favor”.  

 

Las tortas

Una tortería o un puesto de tortas también son una buena opción para alimentarse bien en la ciudad a médicos precios, sólo hay que llegar y poner atención de qué hay, dependiendo del tamaño y los ingredientes será el precio. Las opciones más comunes son jamón, salchicha, pierna y milanesa; todas van con mayonesa, aguacate, jitomate, cebolla y picante, que bien puede ser rajas o chipotle. Para que la torta sepa mejor puede llevar también quesillo (queso Oaxaca derretido).

Casi todas las tortas son del mismo tamaño debido al pan con el que las preparan, pero hay casos en los que se usa un pan más grande o en los que de plano se pone una gran cantidad de ingredientes haciendo que el resultado sea más colosal y por ende llenador. Hay diversas variedades para todos los gustos, pero si se llega con mucha hambre lo ideal siempre será pedir una torta cubana, ésta lleva literalmente de todo lo que el encargado de prepararla tenga a su alcance. Eso sí, hay que saber comer tortas, ya que sino estás acostumbrada a las grandes cantidades puedes estar una indigestión. 

 

Quesadillas, gorditas, sopes y guaraches

Garnachas, garnachas y más garnachas; son ricas, llevadoras, nutritivas y de ingredientes variados. Las quesadillas pueden ser de queso, pancita, hongos, chicharrón, flor de calabaza, picadillo o pollo, quitando a las que son de queso las demás pueden ir acompañadas justo de quesillo; pueden llevar también lechuga, cebolla, crema y obviamente una buena salsa. Las gorditas más comunes son las de chicharrón, aunque también se pueden encontrar preparadas con otras cosas.

En el caso de los sopes y los guaraches, ambos son casi lo mismo y de hecho se preparan de una manera muy similar, los primeros suelen ser de menor tamaño y los segundos son la mejor opción para llenarse más. Ambos pueden llevar queso, crema, lechuga, cebolla y salsa, además de que se les puede poner encima longaniza, bistec, costilla, salchicha, pollo o huevo para acompañar. 

Generalmente son elaboradas por mujeres (no es una regla estricta) cuya mirada siempre estará enclavada ya sea en el comal o en la masa dándole forma a la tortilla. Así que si vas a ordenar un par de garnachas lo ideal es que te refieras a la mano derecha del puesto, generalmente un ayudante que tomará todas las ordenes y las escribirá en pequeñas libretas.

Para comer en las calles de CDMX hay que ser pacientes, gentiles, conscientes de que las circunstancias, quizá, no serán las más cómodas pero sobre todo llevar buen apetito. 

 

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